Por fin te tengo (Privado Jack, Ookami)+18

No entendía en qué exactamente había mentido, había dicho justo lo que pensaba, que no debía tomarse a mal todo lo que le decía, pero mi pequeña estaba bastante enfadada, así que intenté suavizar la situación. Me liberé de sus manos, que me agarraban, con calma y cogí sus manos con las mías, entrelazando nuestros dedos.

-Me dices que no te mienta y ni siquiera has oído lo que te acabo de decir, "no te tomes a mal todo lo que te digo", es justo lo que siento y pienso y te lo he dicho, así que no sé en qué crees que te he mentido.-Era una chica complicada de tratar, de verdad lo era, pero hasta eso me encantaba de ella.

La miré preocupada, probablemente lo que había dicho no fuese a arreglar gran cosa, pero fue lo único que me vi capaz de decir. Así que simplemente me quedé mirándola con el semblante triste, esperando su, probablemente mala, reacción.

Nada me haría pensar de una forma diferente,sabía que se había portado mal pero ya no quería hablar más sobre el tema,que,"en boca cerrada no entran moscas",según decía mi abuela. Me separé de ella un poco mientras desenredaba mis dedos de los suyos y me echaba hacia atrás intentando poner una sonrisa en mi cara,pero me resultaba muy difícil.

-Anda...dejemos el tema...me das algo de ropa?

¿Dejar el tema? Pues bien empezábamos, discutiendo ya desde el principio y sin querer solucionarlo. Fui para mi cuarto sin decir nada y cogí una camiseta de tirantes, negra y unos pantalones piratas, vaqueros. Volví a donde estaba ella y se lo entregué, algo triste.

Me senté en el suelo del baño con las piernas encogidas y las manos en la nuca, masajeándomela con los dedos, mirando hacia abajo, buscando las palabras adecuadas para poder arreglarlo.

Me quedé así durante un rato, totalmente quieta, incluso mis manos se paralizaron. Simplemente miraba al suelo en busca de soluciones, pero no sabía qué decir, ni tampoco qué quería oír de sus labios. Sólo quería abrazarla, pero tenía miedo de que me rechazara ¿Y si tras eso decidía que no me quería? ¿Y si acababa de fastidiarlo todo? No tenía la menor idea de qué podría hacer en ese momento.

Cogí la ropa que me dio Ookami y empecé a ponérmela fuera del cuarto baño. Al terminar pude ver como ella estaba triste...sería por la pelea?...yo,no quería verla así, así que me acerqué a ella y allí en el suelo la abracé.

-Eres...lo más bonito que me ha pasado,no rompamos esto por tonterías,por favor.

Lo decía completamente de verdad,era...una hermosa persona tanto por fuera como por dentro y yo la quería mucho,pero de vez en cuando se me iba un tanto la pinza.

Me encantaba sentir como me abrazaba, me sorprendió que no se echase a llorar con todo aquello, pero quizás era más fuerte de lo que yo creía. Me giré hacia ella y la abracé de frente, acariciando su precioso pelo. Luego, sin soltarla del todo pero aflojando un poco el abrazo, la agarré de la nuca para atraerla hacia mi y besarla, no sin antes mirarla con cariño a los ojos. Mientras con una mano acariciaba su pelo, con la otra la agarraba de la cintura con más fuerza de la que debía, probablemente.

Dejé de besarla pero no la solté ni un momento y mantuve su rostro al frente, para que me mirase mientras hablaba.

-Jack, eres increíble.-Me sorprendí a mi misma avergonzándome un poco al sincerarme. En realidad nunca le había dicho a nadie algo como eso...de hecho, nunca había sentido nada así por nadie. Me aclaré la garganta antes de volver a hablar, se me había quebrado un poco la voz con la última frase.-Nadie había conseguido algo como...que me muestre alegre o cariñosa...Pero tú, tú has logrado sacar lo mejor de mi, aunque no sé si es demasiado bueno lo que se pueda sacar de mi.-Bromeé con una sonrisa.-Gracias...por haberme hablado en aquel parque...-La atraje hacia mi pecho, abrazándola con cariño.

Era cierto que aquella primera vez que la vi en el parque no me pareció ser muy habladora,pero después de haberla conocido mi opinión sobre ella cambió. Al principio su actitud me descolocaba,yo no ligaba con alguien que acababa de conocer pero aún así ella lo hizo y la estoy muy agradecida.

Al escuchar su discurso no pude evitar que algunas lágrimas esta vez de alegría,salieran por mis ojos.Me separé lo suficiente como para contemplar sus bellos ojos y besarla.

-Tú...tú también eres muy importante para mí y...perdón si no puedo expresar bien mis sentimientos...no soy buena para esto-dije mientras la sonreía.

Me alegraba mucho el haber arreglado la situación. Me di cuenta de que estaba un poco hambrienta y pensé que quizás Jack también lo estuviera, le di un beso en la frente y la miré con ternura, justo antes de abrir la boca para hablar.

-¿Quiéres...-Me callé al recordar un dato importante. Jack era un vampiro, así que quizás...podría ofrecerle mi sangre. Eso era algo que siempre había llamado mi atención, el saber qué se siente al ser mordido por un vampiro. La miré con curiosidad, preguntándome si sería buena idea ofrecerle algo como eso. decidí arriesgarme.-Esto...quizás te gustaría...no sé...beber algo de sangre...-La miré intrigada a los ojos, esperando que reaccionara ante mi propuesta.

Beber de su sangre?...nunca había hecho cosas así...solo cuando era más pequeña pero mis instintos de vampira nunca afloraron. Agaché la cabeza y cogí sus manos con las mías. Decir que no era una vampira "completa" era muy duro. Levanté cara y la miré a los ojos.

-Yo...verás...no...no tengo instintos...te has acostado con la vampira más patética de todas...

Me frustró un poco que no quisiera beber de mi sangre, pero la miré con una sonrisa dulce para animarla, ya que parecía que el tema la entristecía.

-Pero qué cosas tienes...-Le di un beso en la frente y me levanté, ayudándola a levantarse a ella también.-Primero...Yo no me he acostado contigo, te he hecho el amor, ¿De acuerdo?-Imité a una madre que regaña, a modo de broma. Luego suavicé mi voz y hablé mientras acariciaba su rostro.-Segundo: Ni loca pienses que eres patética. Eres la chica, vampiro o humano, más hermosa y perfecta que existe.-Luego cogí su mano y me la llevé fuera del baño hasta la cocina.-Y tercero...-La abracé, arrimando mis labios a su oído.-¿Qué te apetecería comer?-Me aparté y la miré con una sonrisa divertida, esperando su respuesta.

Reí ante su broma y me dí cuenta, que habíamos llegado a la cocina.La calidez de sus palabras me había embelesado tanto que no me de que nos movíamos. Siempre conseguía sacarme una sonrisa. Pero no era perfecta...y lo sabía.Aunque agradecía que me tratara tan bien y con tal simpatía. Miré de nuevo al suelo y levanté de nuevo la cara para mirar sus preciosos ojos.

-Te quiero comer a ti...-dije mientras la abrazaba de nuevo y continué-Gracias por motivarme siempre que puedes...te quiero.