Tomando un café (Privado Ookami, Jacqueline)

Llevé a la chica a una cafetería que me gustaba bastante, porque no era muy frecuentada. Nos sentamos en una mesa del fondo y pedí un café solo. La miré a ella esperando que pidiera. Era la primera vez que iba allí con alguien que no fuera del trabajo, así que me resultó muy extraña la situación.

Me llevó a una cafetería un tanto vacía y nos sentamos al fondo de ella. Ella se pidió un café solo,yo en cambio,pedí un con leche. Me resultaba extraño aún estar tomando un café con una desconocida, pero yo había querido que esto fuera así para conocerla mejor,pues yo creía que tenía un gran corazón.

-¿Dónde trabajas?-le dije para entablar conversación.

Miré a la chica después de que se fuera el camarero, parecía que quería hablar.

"Pues claro tonta, ¿para qué habéis ido ahí si no?", me recriminé a mi misma. Non sabía por qué pero aquella situación me ponía un poco nerviosa, esa chica me descolocaba un poco.

-Bueno...Soy diseñadora, tengo mi propia linea y mi propio taller, soy mi jefa, así que en mi taller es donde trabajo...-Empecé a hablar demasiado y a esperar con ansia aquel café, puesto que me tranquiliza, soy una persona extraña pero siempre ha sido así.

-¿Y tú? ¿Cuál es tu profesión?-Pregunté intrigada.

Más o menos sabía que era diseñadora...pero tenía una empresa y era la jefa?me quedé sorprendida ante su trabajo. Mi trabajo no era tan interesante como el suyo...o por lo menos eso pensaba yo.

-Soy...pediatra...me gustan los niños.

Se me iluminaron los ojos al escuchar aquello, "me gustan los niños". Pues, a pesar de ser tan malhumorada, adoro a los niños, me encanta su inocencia y su alegría.

Así que, por primera vez, le sonreí y además, cálidamente, cosa bastante inusual en mi.

-Qué trabajo tan hermoso, ayudas a niños, debes ser una gran persona.-Le dije sonriente. Entonces llegaron nuestros cafés, dejé el azúcar a un lado, no soporto el dulce y empecé removerlo para que se fuese enfriando.-Debe ser un trabajo gratificante.

Noté algo raro en ella...estaba sonriendo?,pero...por una vez...lo hacía de verdad? esa sonrisa provenía de decirle que era pediatra y que me gustaban los niños? le gustaban también a ella los niños?...increíble...además de guapa,lista,tener un gran corazón y le gustaban los niños?...era...especial o eso pensaba yo.

Llegó el café e inmediatamente le eché el azúcar y lo removí con cuidado mientras soplaba un poco por la superficie.

-Mi trabajo...es...lo que yo quería desde pequeña...me llena muchísimo esa...gran satisfacción después de llegar del hospital...aunque venga agotada...me gusta muchísimo mi trabajo y no me gustaría pensar que pasaría cuando me jubilase...-dije mientras removía el café.

Le sonreí con dulzura y di un sorbo a mi café.

-Es una tontería pensar en algo que está tan lejano, ¿no crees? y más para alguien como tú, un vampiro, podrás trabajar durante bastante más tiempo de lo que podré hacerlo yo...-Dije, un poco apenada al final. Me quedé mirando al taza de café, pensativa, algo triste. Luego levanté la cabeza para mirar de nuevo a Jacqueline. No sabía qué decir, simplemente la miré, me quedé mirándola bastante fijamente de hecho. Me inspiraba tranquilidad esa mirada.

Vida más tiempo...era una cosa que no me agradaba...lo de ser una vampira...me suponía una gran carga por mi trabajo...pero bueno,trabajar más años y ser más feliz estaría bien,supongo yo.

-Bueno,puedes seguir diseñando mucho tiempo,hasta cuando seas mayor.-dije mientras me reía.

No sabía qué me había pasado, ¿Por qué de repente me había puesto así de triste por esa tontería? Me bebí un buen sorbo de café e intenté olvidar aquello.

-Claro, la vida es larga, ¿no?-Dije, intentando esbozar una sonrisa.-No sé por qué me preocupo por esas tonterías a mi edad.-Me reí.-Quizás es que...a veces desearía seguir siendo una niña.-Añadí nostálgica.

Agarré el café con mis dos manos y la levanté para darle un sorbo. Le gustaría volver a ser una niña?...pues...a mi no me gustaba demasiado esa misma idea. De pequeña lo pasé muy mal...y mi situación actual no me desagradaba mucho.

-Pues...si fueras una niña seguramente serías igual de mona-dije mientras daba otro sorbo al café.

¿Mona? ¿me había llamado mona? La miré incrédula, con los ojos abiertos de par en par.

-¿Cómo puedes pensar que soy "mona"? eso es para jovencitas alegres, no para una casi treinteañera gruñona como yo.-Dije fingiendo indignación a modo de broma.-Tienes el sentido de la "monería" atrofiado.-Me burlé divertida.

Treintañera? tendría mas años que yo? no lo sabía con seguridad pero aún así era una chica atractiva.

-Pues...si no te gusta que te diga mona...te llamaré hermosa o guapa-dije entre risas-ha sido un placer conocerte,me caes muy bien-dije mientras ladeaba un poco mi cabeza mientras miraba sus preciosos ojos.

No sabía qué contestar a eso, desvié la mirada algo avergonzada, no solían lanzarme piropos de ese estilo. Luego volví a mirarla, hermosa, guapa...eran justo los adjetivos que le iban bien a ella, pero no me veía capaz de decírselo directamente.

-No sé como puedes decirme ese tipo de cosas siendo...como eres.-Probablemente la había liado diciendo eso, quería decir siendo tan guapa, pero lo más seguro es que entendería algo totalmente diferente, genial, igual pensaba que la acababa de insultar...Intenté arreglarlo rozándole la mano y sonriendo, quizás así entendería que había intentado decirle algo positivo.

La linda velada fue frustrada por ese comentario...era tan...tan que?...después de aquel comentario me rozó la mano. Si era tan...algo bueno...no hubiera hecho aquel gesto así que seguramente se refería a algo malo. Fruncí el ceño y me crucé de brazos mirando fijamente el café.

-Tan que...tan torpe Ookami?soy tan torpe como para ser tu amiga?-dije con cierto tono de enfado.

Efectivamente, la había liado pero bien, así que sin dudarlo ni un segundo acaricié su rostro, para dirigir su mirada hacia la mía.

-No, de eso nada.-Dije con contundencia mientras sonreía.-Tan hermosa, Jack.-Le dije mirándole fijamente a los ojos, acariciándole el rostro con cariño.-Perdóname por no haberme explicado como es debido.

Hermosa?...eso es lo que quería decir?...y porque no me lo dijo desde un principio?darse piropos no era de amigas?...porque le daba vergüenza...no entendía nada.

Hice un brusco movimiento para mirar hacia el café de nuevo.Estaba muy nerviosa y estaba empezando a ponerme muy...pero que muy roja. Con mi dedo corazón subí un poco las gafas que caían sobre mi nariz.

-La...la...próxima vez...dímelo directamente y nos dejamos de confusiones-dije con voz algo tartamuda.

La miré divertida, me gustaba su reacción, resultaba muy mona. Entonces tuve claro lo que debía hacer, si quería las cosas claras las tendría. Mostré una amplia sonrisa justo antes de acercarme con rapidez a sus labios, rozándolos con los míos. Luego me alejé y con la barbilla apoyada en mis manos y una gran sonrisa en los labios le dije:

-¿Está así suficientemente claro?-No sabía muy como reaccionaría, probablemente se iría pero no me importaba demasiado, me empezó a gustar jugar con esa chica.

Estaba pensativa mirando mi café y de pronto...me besó¡...pero que fusil se le había quemado de su preciosa cabeza?...me quedé de piedra mientras ella me observaba.
El beso no me había desagradado,pero...a que venía...porque me lo dio?¡...

Pasé mi mano por un pequeño contenedor donde se guardaban servilletas y cogí una. Inmediatamente saqué de mi bolsillo un pequeño bolígrafo y empecé a escribir mi numero de teléfono en él. Y le resbalé la servilleta hasta su mano.

Me levanté de la mesa y le dí la espalda mientras le decía.

-Lla...llámame...y hablamos con más tranquilidad...-dije mientras andaba hacia la puerta

Me quedé tremendamente sonriente al ver su número de teléfono, cada vez me gustaba más. Miré como se contoneaba mientras se alejaba de mi. saqué mi móvil y apunté aquel número. No sé de dónde había sacado esa decisión para hacer algo como eso, besar a una desconocida, ¡simplemente por diversión! Pero el caso es que no me arrepentía lo más mínimo.