Por fin te tengo (Privado Jack, Ookami)+18

Encendió el vibrador y solté un grito que inundó la habitación. Empezó a penetrarme lentamente pero cada vez más y más rápido. Mis gemidos eran cada vez más y más grandes.Metió su lengua en mi boca con lo que pude callar algunos gemidos.

Paró en seco de besarme y me susurró al oído tal cosa. Con la respiración muy irregular y como pude le dije.

-Quiero más-agarré su mano empecé a moverme para poder penetrarme yo misma con mis movimientos.

A la vez empecé a jugar con su oreja dándole pequeños bocados y metiendo mi lengua en su boca en busca de la suya.

Me volvió loca con su petición, solté el vibrador, dejando que ella continuase con él. La levanté, aún con el vibrador dentro de ella y la coloqué de pie en la habitación, de cara a la pared, mientras buscaba en el cajón de la mesita un consolador.

La arrinconé contra la pared, mientras besaba su cuello y espalda e introduje el consolador en mi vagina, penetrándome con rapidez, mientras con la otra mano jugueteaba con el trasero de mi pequeña, introduciendo un dedo, poco a poco.

-Te quiero Jack, espero no hacerte daño...-Le dije entre gemidos, por la penetración del consolador y continué lamiendo su cuello.

Me levantó de la cama y me puso contra la pared mientras yo seguía con el vibrador dentro de mi. Escuché como buscaba entre los cajones algo y miré un momento. En ese momento me dio tiempo a ver a como cogía un consolador e introducía en su vagina dando movimientos rápidos y fuertes.

Volví a mirar hacia la pared cuando de repente noté como algo se introducía en mi trasero.Empecé a sentir un placer que nunca y digo nunca había sentido. Mis gemidos eran muy fuertes y mientras escuchaba los de Ookami. Fue entonces cuando en una de las sacudidas con el vibrador noté un placer aún mas mayor y un líquido viscoso empezó a caer por mi mano.

Noté por su último gemido que se había corrido, pero yo aún necesitaba más. La agarré de la cintura, tumbándola en mi cama boca abajo y con el trasero levantado.

-Perdóname pequeña mía, pero aún no he acabado contigo. Quiero hacerte rozar el cielo-Saqué el consolador de dentro de mi y lo introduje con cuidado en su trasero, mientras con la otra mano movía con rapidez el vibrador en su vagina.-Quiero que grites mi nombre. Di que me amas. Di que te gusta.

Me tiró sobre la cama e introdujo su consolador en mi trasero y empezó a mover con una gran velocidad los dos a la vez. Mi excitación crecía por momentos,acababa de correrme y ella volvía otra vez a la carga. Apoyé mis manos sobre la cama y empecé a emitir gemidos de bastante intensidad. Entre mis gemidos pude soltar algunas palabras:

-Ookami...te...te...te quiero...sigue...sigue¡-dije entre gemidos y con las repiración muy irregular.

La penetré durante un poco más y luego saqué ambos juguetes, dejando el consolador por ahí tirado e introduciendo el vibrador en mi vagina, mientras comenzaba a lamer la zona de Jack, introduciendo mis dedos con fuerza, pretendiendo que se corriera de nuevo.

Me penetraba sin parar con el vibrador encendido, ya no podía aguantar más, me moría de placer, solté un gran gemido, pronunciando su nombre, colocándome encima de mi chica, besándola mientras me corría y movía mis dedos en su interior de lado a lado con fuerza.

Sacó el vibrador de mi vagina y el consolador de mi trasero. Se deshizo del consolador y introdujo el vibrador en su vagina,mientras soltaba pequeños gemidos. Verla a ella como gemía hacía más y más grande mi excitación. Empezó a lamer mi zona y a meter sus dedos en ella con fuerza.

Se colocó encima mía y empezó a gemir como nunca y pude notar como se había corrido.Ella seguía introduciendo sus dedos en mí. Agarré su mano para que parara.

La tumbé en la cama y saqué su vibrador,el cual lamí unas cuantas veces e introduje en mi vagina encendido. Empecé con mi lengua a jugar con sus pezones una vez más. Con mi mano libre,metí un par de dedos en su vagina dando fuertes y rápido movimientos.

Me vi obligada a parar de tocarla. Me preocupó un poco que me hubiese parado porque le estuviese haciendo daño, así que la miré afligida hasta que comenzó a tomar el control sobre mi y me tranquilicé, sonriendo ante su iniciativa.

Gemí con fuerza mientras me penetraba con sus dedos, me sorprendió que aún tuviese tanta energía, puesto que yo ya estaba agotada. De nuevo aquel inmenso placer se coló en mi cuerpo con un gran gemido.

Después toqué con cuidado la cabeza de Jack, mirándola con la respiración agitada.

-Pequeña...para, por favor...-Le rogué, sujetando la mano que tenía en mi zona íntima.-No puedo más...

Ante la petición saqué mis dedos de su interior y me los metí en la boca mientras una sonrisa pícara se plasmaba en mi cara. Para terminar le dí un beso en la cadera.

Saqué el vibrador de mi,lo apagué y lo lamí un poco antes de dejarlo encima de la mesilla de noche que estaba al lado de la cama. Hinqué mis rodillas a ambos lado de Ookami bajando mi boca hasta la suya besándola apasionadamente y rozando nuestros pechos. Me acerqué a su oído mientras le susurraba.

-Quiero más...mucho más...eres mi droga

A pesar de estar agotada, el contacto con su cuerpo hizo que me excitara de nuevo, no sé qué clase de poder tenía aquella muchachilla sobre mi, pero era adictiva. Su susurro me pareció una especie de tentativa, así que sin pensarlo dos veces, me giré para colocarme sobre ella en un movimiento. Comencé a besarla, jugueteando con su lengua, acariciando sus senos, entrelazando nuestras piernas.

-Si quieres que te siga dando placer sólo tienes que decirlo, preciosa.-Le susurré, esperando con ansia que me pidiera que continuara.

Ante la reacción de Ookami pensé que hacia todo aquello para satisfacerme. Puse una mano en su pecho como gesto para que parara. No quería que siguiera,al fin y al cabo,a ella no le apetecía.

-Pa...para...yo se que tú no tienes ganas,no te voy a obligar.-dije mientras la colocaba de lado en la cama y le di un pequeños beso.-Te apetece que nos duchemos juntas?-dije mordiéndome un dedo mientras le ponía ojitos.

Me frustró un poco que me rechazara, pero no le di más importancia, aunque se notaba en mi cara, aunque esta cambió en cuanto vi su carita pidiéndome que nos duchásemos juntas. Cogí su mano para lamer el dedo que se había estado mordiendo y le sonreí juguetona.

-Por supuesto mi hermosa damisela, me encantaría ducharme contigo.-Le dije, imitando a un caballero antiguo, dándole un leve beso en la mano. La cogí de la cintura y nos levanté a ambas, pegándola hacia mi, con su cara justo enfrente de la mía.-¿Sabes? Me ha sorprendido mucho tu...efusividad.-Le dije, mirándola a los ojos, sonriendo de forma algo malvada.-Con lo tímida que parecías..-Le susurré finalmente al oído, antes de darle un lametón y llevármela hacia la ducha.

Me reí por su comentario y la seguí hasta la ducha donde pusimos el agua caliente para que cayera por nuestros desnudos cuerpos.Que como era tan efusiva? me hizo gracia la pregunta y mientras la abrazaba fuerte le susurraba al oído.

-Porque usted,mi querida amada,hace sacar lo mejor de mi-dije con una sonrisa pícara en el rostro.-Y espero que así de por vida-terminé de decir esto y pasé mis brazos por detrás de su nuca y me pegué lo más posible a ella para besarla.

La agarré con delicadeza de su cinturita para besarla y luego la atraje junto a mi, metiéndonos bajo la ducha, volviendo a besarla empapadas. Estaba preciosa con el cabello mojado.

Luego la solté un momento, sólo para coger el gel de ducha para el cuerpo, echar en mis manos y empezar a enjabonar el precioso cuerpo de Jack, masajeándolo poco a poco, por sus pechos, su espalda, sus nalgas...

-Por supuesto mi pequeña, nunca te dejaré escapar.-Le dije, abrazándola.

Empezó a lavarme el cuerpo por completo...mis pechos,mis nalgas...todo.Mi excitación iba a ascendiendo contra más lo hacía. Metí mi lengua en su boca buscando la suya.
Cuando ella terminó cogí el bote de gel para el cuerpo y le pregunté mientras ladeaba mi cabeza y ponía ojitos:

-Puedo...ahora yo?-dije mientras una sonrisa se plasmaba en mi cara,una sonrisa que se había hecho habitual estos últimos días.

Sonreí con dulzura ante su petición al tiempo que acariciaba su mejilla, llenándola sin querer de jabón. Le di un ligero beso en la frente, enredando mis dedos entre su cabello.

-Por supuesto, puedes hacer conmigo lo que quieras.-Dije, apoyando mi frente en la suya.-Soy toda tuya.

Eché una gran cantidad de gel en mis manos y empecé a enjabonar sus senos poco a poco y con cuidado. Después de lo que habíamos pasado,el hecho de poder tocarla no me tendría que suponer ninguna vergüenza,pero todavía era así y no podía evitar ponerme roja. Seguí enjabonando todo su cuerpo. Su cuerpo mojado era tan...bello,las ganas de volverla a dejar entrar en mi eran tan grandes.

Nos enjuagamos y salimos de la ducha mojadas las dos.Fuera,solo se me ocurrió abrazarla muy fuerte,a modo de un "gracias" por el día de hoy.

Gemí ligeramente al sentir como Jack me masajeaba los pechos, resultaba sumamente tierno que aún se ruborizara, sobre todo después de todo lo que habíamos hecho.

La seguí fuera de la ducha y cogí una toalla pequeña que estaba a mi alcance, mientras me abrazaba, para secar su cabello mojado, el cual olisqueé con cuidado, pretendiendo impregnarme de su maravilloso aroma. Dejé la toalla sobre su cabeza para agacharme hasta su pecho, donde apoyé mi cabeza, pretendiendo sentir su corazón alterado, sin dejar de abrazarla con delicadeza.

-Siento que podría quedarme a vivir aquí.-Refiriéndome al hueco entre sus pechos, donde tenía escondida la cara.

Con una toalla empezó a secarme el pelo,cuando terminó puso su cabeza entre mis pechos. Cuando dijo aquello no pude evitar mirar al suelo sonrojada.

-Pe...pe...pero que dices¡-dije mientras me reía.-Sal de ahí anda-dije mientras levantaba su barbilla con mi mano hasta poner su cara contra la mía.-No te gustan más estas visiones?

Después de esto,cogí la toalla de mi cabeza y empecé a secar su pelo,que por cierto,era maravillosa con el pelo mojado y continué con sus brazos,piernas,senos...hasta que quedó totalmente seca,extendí la toalla hasta su mano para que hiciera lo mismo,mientras en mi cara se plasmaba esa sonrisa pícara de los últimos días.

Dejé que me secara complacida, mordiéndome el labio mientras miraba su precioso cuerpo. Cogí la toalla que me ofrecía y empecé a secarle los senos, justo antes de besarla dulcemente, mientras seguía secando el resto de su cuerpo sin parar de besarla.

Terminé de secarla y paré mi beso para mirarla. Pensé que era el momento de formalizar aquello con palabras. La arrimé a mi parar susurrarle al oído.

-Jack...¿ Quieres ser mi novia?-Luego volví a mirarla a la cara, sin dejar de abrazarla, manteniendola lo más cerca posible.

Que quería ser su novia?...esa pregunta me cabreo ligeramente,que eramos hasta entonces?solo eran relaciones sexuales sin amor...no eramos novias ya?...La miré enfadada con el ceño fruncido y me aparté un poco para continuar hablándole:

-Entonces...que eramos hasta ahora?no eramos novias? solo somos dos chicas que hacen el amor juntas?...-me giré hacia la puerta dándole la espalda mientras las lágrimas se me volvían a saltar,esto ya parecía costumbre.

De nuevo había malentendido mis palabras, me entristecí un poco de que confiara tan poco en mis sentimientos, pero ella era, así de sensible e impulsiva así que decidí que era mi deber intentar que me perdonara.

La abracé por la espalda para que no pudiera seguir caminando.

-Sólo quería oír de tus dulces labios un "Sí, quiero ser tu novia". No te enfades preciosa...-Le rogué, colocando la cabeza en su espalda mientras la abrazaba. Me di cuenta de que desde ese momento debía tener más cuidado con lo que decía.

Siempre decía cosas que se podían malinterpretar y eso me cabreaba. Pero...quién se podría enfadar con aquella preciosa creación del cielo?,me giré y la abrecé a la vez que empecé a besarla.

-Pues sí,quiero ser tu novia,pero deberías pensar tus palabras antes de soltarlas por esa boca tan bonita.

Me quedé petrificada al oír su reprimenda, no hacía más que medir mis palabras con ella ¿Y me salía con esas? ¿Por pedirle ser mi novia? Me pareció increíble, la solté lentamente y fui hacia mi cuarto para no decir una burrada, me puse unas braguitas y una camiseta corta y volví a donde estaba ella.

-Bueno, cielo...quizás no deberías tomarte a mal todo lo que te digo.-Le dije sonriente, dándole un beso en la frente, con algo de resquemor en mis palabras.

Del poco tiempo que había estado con Ookami,sabía cuando sus palabras no las sentía. Esas palabras era...de enfado?...era una hipócrita,si no le gustaba que la tratara así me lo tenía que decir. La confianza y decir la verdad en una relación era lo esencial y ella no lo hacía. Estaba mosqueada y allí mismo le dije:

-Sé que no sientes lo que dices...si tienes algo que decirme dímelo¡,no puedes empezar mintiéndome en esto que tu llamas amor...ya no se ni lo que es...-dije mientras la agarraba por los brazos-si empezamos así...no me gustaría saber como vamos a terminar...