Encuentro (Privado Ookami, Jaqueline)

Spoiler:

Me encontraba encerrada en mi taller, intentando buscar un nuevo diseño, algo rompedor...pero no me venía la inspiración. Así que decidí dar una vuelta, mirar a los jóvenes, investigar en las nuevas tendencias, en el aire de la ciudad...

Fui a un parque y me senté en un banco, estaba bastante cansada de caminar, miraba como jugaban los niños con su inocencia propia de la edad y pensaba en mi infancia...

Pero eso ya no me importaba, en ese momento tenía que esforzarme en dibujar algo, así que cogí mi cuaderno y mi bolígrafo y me puse manos a la obra.

Hoy era uno de esos días libres que el hospital me daba para que me relajara,desde que había llegado no había parado de trabajar,y de hacer algunas nuevas amigas,todas buenas personas,pensaba yo.

En el hospital había escuchado rumores sobre un parque muy bonito,bien cuidado y donde la juventud jugaba todo o casi todos los días. Ver a los niños jugar,reír y demás me hacia muy feliz por lo que fui a ver si esos rumores eran ciertos.

Así era.El parque rebosaba de vitalidad,niños saltando,jugando y correteando por todos sitios.Esbocé una gran sonrisa al verlos a todos así,hasta me dieron ganas de unirme a ellos y jugar. Pero cuando giré mi cabeza vi una chica,un tanto punk a la hora de vestir con una libreta y un bolígrafo dibujando cosas.Por estas cosas supuse que trabajaría en algo con la moda. No era muy normal en mi hablar con gente desconocida,pero esta vez haría el esfuerzo y le preguntaría si la podía ayudar.La vitalidad del parque me contagiaba.

-Oye...te puedo ayudar en algo?

De repente y sin razón aparente una chica se me acercó, ¿Por qué necesitaría ningún tipo de ayuda? estaba ocupada trabajando y no me gustaba que me molestaran. Entonces miré a la chica con mala cara, era bastante mona en realidad, pero no por ello resultaba menos molesta.

-No, gracias, no necesito nada, estoy ocupada.-Le dije secamente, aunque añadiendo el "gracias" para no ser descortés. Continué dibujando mi diseño, era una chica con gabardina negra, con cadenas por ella, una boina grande, unas botas militares...y algunas cosas más.

Toda la vitalidad influida por aquellos niños jugando se vio frustrada por la actitud de aquella chica,que era muy hermosa,pero borde por igual. Me sentía muy molesta por su comentario, podría haberme dicho que no pero no de aquella forma tan borde,aunque acabó con un insignificante "gracias" que no le sirvió de nada. La miré cabreada y con impotencia de no poder decirle nada, no me sentía lo suficiente valiente,me desarmó por completo. Mi ojos se llenaron de lágrimas y le dije con voz temblorosa.

-Po...po...drías ser más amable¡,yo sólo te quería ayudar¡ gente como tu hace que no me gusten las personas...-dije entre sollozos.

Miré a la chica de nuevo, estaba...¿llorando? ¿Qué le pasaba? Tampoco había dicho nada malo. Dejé mi cuaderno y mi bolígrafo a un lado, en el banco, para centrar toda mi atención en la chica, que se veía muy linda con lágrimas en los ojos. No pensaba pedirle perdón, por supuesto, no había hecho nada malo, pero no quería que nadie llorase delante de mi, resultaba deprimente ver como alguien se denigraba de esa forma.

-Eh, no me extraña que no te gusten las personas, el ser humano es odioso. Pero eso no es motivo para ponerte a llorar.-Le comenté con cierto enfado y el ceño fruncido. Pensé en hacer algo para que la chica se animara, quiero decir, no es como si me importase, pero odiaba ver a alguien llorando, como ya he dicho. El caso es que cogí mi libreta, con algunos de mis bocetos, y se lo mostré.-Si quieres ayudar...dime qué piensas de estos diseños.-Tras entregarle mi libreta, me quedé sentada mirándola, con los brazos sobre mis muslos y las manos hacia delante.-Siéntate, anda, estarás más cómoda.-Estaba siendo amable con esa chica, sus lágrimas me habían debilitado.

La chica parecía molesta por mi actitud pero aún así intentaba animarme.No sabía si era porque no le gustaba ver llorar a la gente o para que me callara de una vez pero...creía que lo hacía con buena intención. Miré la libreta que sostenía entre las manos e hice caso a su gesto de sentarme,al fin y al cabo,pensé que estaría más cómoda sentada que de pie. Antes de empezar a abrir el cuaderno,rebusqué en mi bolsillo y encontré un pañuelo con el que me limpié las lágrimas. A continuación abrí el cuaderno y aquellos bocetos...esas figuras...esos colores que se entremezclaban con tanta delicadeza y sutileza. Parecía que era muy buena en su trabajo y le gustaba hacerlo. Terminé de ver todo el cuaderno y lo cerré.

-Tienes mucho talento,estos bocetos son perfectos,ya me gustaría a mi vestir así.

La chica parecía dispuesta a dar su opinión, así que intenté ser agradable con ella y entablar una conversación, aunque no me salió ser simpática.

-Oye, ni siquiera me has dicho tu nombre y te sientas aquí, como si...-Me di cuenta de que no iba por el buen camino, así que decidí parar y comenzar de nuevo.-Esto...me llamo Ookami, ¿y tú?-Esperé a que me dijera su nombre y continué hablando de mis diseños.-Este de aquí lo estaba haciendo hace un rato, ¿crees que debería llevar guantes?-Me sentía realmente interesada en su opinión, así que le enseñé el dibujo que estaba haciendo hace un rato, había algo en él que no me convencía del todo. La miré de nuevo, buscando su aprobación para los guantes y me quedé un poco embobada mirándola, era realmente bonita.

Volví entonces a la realidad, a mirar el cuaderno y a pensar en mis diseños, intentando olvidar aquellos pensamientos.

La chica empezó a entablar conversación como si fuéramos amigas de toda la vida.Creía que quería enmendar el error de hablarme así anteriormente y todo el mundo puede tener un fallo,así que le di una segunda oportunidad a la nueva conocida.
Al escuchar sus palabras me dí cuenta de que le resultaba un poco ser amable con una desconocida,pero me gustaba su esfuerzo y le dije con una voz firme.

-Me...me llamo Jacqueline,pero puedes llamarme Jack,encantada-dije mientras la miraba a los ojos,unos de los más bonitos que había visto en mi vida y continué hablado-Los...los guantes? pues yo los quitaría,no me parecen muy bonitos en este conjunto

Parecía que mi opinión le importaba,y ahora que podía observar a la chica con calma,me parecía muy hermosa.

Miré de nuevo el diseño, quizás tenía razón, los guantes no quedaban demasiado bien con ese conjunto.

-Sí, probablemente fuese demasiado recargado...-Dije sin mirarla, realizando un par de cambios en el diseño con el bolígrafo y cerrando la libreta.-Gracias Jack, me has sido de gran ayuda.-Dije, pero sin mostrar ninguna emoción, más bien como de forma obligada.-En fin, ya he terminado.-Añadí, levantándome, echándole un último vistazo a la linda carita de la muchacha.-Ha sido un placer, que te diviertas.-Me despedí y comencé a andar en dirección mi casa.

Parece que lo que le dije le sirvió para terminar el boceto,que tardo poco en arreglar y después de aquello se levantó y empezó a caminar. A dónde iba? y porqué se iba?...le había caído mal? nuestra pequeña relación no podía acabar ahí¡,me parecía buena chica,quería conocer más sobre ella. No me lo pensé 2 veces y eché a correr hacia ella.

-Ookami¡ espérame...-al terminar de decir esto tropecé con una piedra y caí al suelo a varios metros de ella.

Vi la gente de mi alrededor empezaba a reírse por la caída y yo no le veía la gracia porque me hice daño.

Mientras caminaba escuché que alguien me llamaba, no le di demasiado importancia, hasta que escuché un fuerte porrazo y como la gente se reía alrededor. Me giré por curiosidad y vi a la chica de antes tirada en el suelo, me quedé impresionada, lo tenía todo, torpeza, lágrima fácil...

Me acerqué a ella y la miré incrédula, mientras escuchaba las risas a mi alrededor. Les lancé una mirada asesina a quienes se reían, con un ligero ladrido incluso, con lo cual se callaron, probablemente pensando que estaba loca.

Me agaché para ayudar a la chica, la levanté de las axilas y la puse de pie y recta para poder ver si estaba herida.

-¿Cómo puedes ser tan torpe?-Le pregunté molesta, mientras le quitaba un poco de suciedad de la mejilla.

La gente se reía de mi...no sabía donde meterme y me puse como un tomate.Porque se reían de mi dolor?porqué¡?. Entonces como un rayo de luz aquella chica...los espantó y me levantó del suelo. Porqué se preocupaba tanto por mi? solía hacer eso con todo el mundo?era tan buena persona?me quedé asombrada y escuché su pregunta. No lo hice caso a la pregunta y contesté lo que quise:

-Gracias...no sabes lo que te lo agradezco-dije mientras la abrazaba.

Entonces esa chica...¡Me abrazó!, ¡Me abrazó! No sabía qué hacer, aquello me pilló totalmente desprevenida. No me gustaba el contacto humano, aunque aquella chica no parecía humana, poseía la belleza típica de los vampiros, pero aún así, no me gustaba el contacto físico, no sabía como quitármela de encima.

-Esto...suéltame, ¿Sí?-Le dije, mientras trataba de no tocarla con mis manos, como si me diera algo de asco. Aún así, acabé por agarrarla de los hombros y separarla de mi.-Buena chica.-Estaba dispuesta a irme, cuando recordé el que creía que era el motivo de su caída.-Por cierto...¿Me llamabas hace un momento?-Coloqué mis brazos en jarra y la miré con desdén.

Pareció como si me abrazo no la agradara para nada y me separó rápidamente. Aquella chica mostraba una faceta dura por fuera,o así era como la gustaba que la vieran pero era muy dulce y amable por dentro. Estaba empezando a llamar mi atención aquella chica,quería conocerla más a fondo.

-Ya...¿ya...te vas?es que...me has caído bien y pensé...que podríamos quedar otro día...no sé.

¿Me lo estaba diciendo en serio? ¿Le había caído bien? ¿Quería volver a verme? Aquella chica era realmente extraña, Además, nunca había visto una vampiresa como ella, tan...tan...¡torpe! y llorona...

Así que allí estaba yo, delante de aquella chica a la que acababa de conocer, que me pedía volver a vernos, ¡Pero qué locura! Aunque...en realidad era bastante guapa, y tampoco es que me desagradase del todo. Así que alargué la mano para acariciar su cabeza, mientras la otra la llevaba en el bolsillo de la chaqueta.

-Está bien, si es lo que quieres.-Dije sin mirarla a la cara, con cierto tono de indiferencia.-Pero...dime una cosa, ¿eres un vampiro, con esa torpeza?

Empezó a acariciarme la cabeza?,después de ese gesto fijé mi mirada en el suelo mientras mi cara empezaba a ponerse roja,muy roja. Con mi dedo corazón de la mano derecha subí mis gafas que estaban un poco caídas sobre mi nariz.

Al escuchar sus palabras me quedé de piedra y...que pasaría si respondería que si...que era una vampira...me rechazaría?me rechazaría por ser torpe...si quería empezar una relación de amistad con alguien debería ser sincera...y si me rechazaba no debería ser mi amiga...

-Lo soy pero...mis instintos...no han aflorado demasiado-dije con una sonrisa falsa.

La miré de reojo, sus instintos...¡Genial! La primera vampiresa que conocía y era un desastre. Bajé la mano de nuevo hacia mi otro bolsillo.

-Bueno, por lo menos....-Estuve a punto de mencionar su belleza, ¡A punto! ?Cómo iba a decir algo así? Ni loca...-Se nota que eres vampiro.-Terminé diciendo, ruborizándome ligeramente por un momento.

-Esto...¿Quieres ir a otro sitio? No me gusta el ambiente de aquí.-Le dije, recordando a aquellas personas a las que le había ladrado. Por favor, ¡Les había ladrado por defenderla! Se me estaba yendo la cabeza, definitivamente, aunque me importaba más bien poco lo que pensaran de mi en realidad, siempre ha sido así.

No sabía lo que pensaba y eso me daba miedo pero,todavía no había hecho nada malo como para perder mi confianza en ella,es más,me había protegido y eso ya demostraba como era en realidad.

Se notaba que era vampiro?,daba miedo a los demás y por eso se reían de mi?yo no quería ser vampira,esto solo me había servido como una carga,a la hora de sacarme la carrera de medicina y demás...nadie confiaría sus hijos en una pediatra vampira. Me puse bastante triste pero me animé enseguida a la pregunta de Ookami. Supuse que el ambiente no le había gustado por las risas hacia ami y deseaba al igual que yo irnos de allí.

-Soy...un poco nueva por aquí...no conozco la ciudad...llévame donde tu quieras...-dije mientras ladeaba mi cabeza y sonreía un poco.

Me turbó ligeramente su sonrisa y a la vez me cabreó un poco, no sé por qué en realidad. Probablemente me cabreaba que alguien me pudiese agradar de alguna forma, me rendí entonces a su alegría y comencé a andar, empujándola ligeramente de la espalda, para que caminara conmigo.

-Vamos, te invito a un café.-Le dije secamente mientas volvía a meter las manos en los bolsillos, suponiendo que ya andaría a mi lado.