Por fin te tengo (Privado Jack, Ookami)+18

La dejé en el suelo, dándole un pequeño beso en los labios, para poder abrir la puerta. El salón estaba un poco desordenado, debido a que era mi lugar de trabajo, pero el resto de la casa estaba bastante ordenada.

-Siento el desorden.-Dije, tomándola de la mano para llevarla hasta la cocina, donde me serví una cerveza.-¿Te sirvo algo?

Allí en el hospital me cogió en brazos y me llevó a su casa. El salón estaba un poco desordenado,pero pensé que sería porque aparte de su casa,sería su lugar de trabajo.

Me cogió de la mano y me llevó hasta su cocina...la cual estaba algo más recogida que el salón y abrió su nevera en busca de una cerveza,y me preguntó que quería.

-Puedes servirme un poco de ti?-dije mientras rozaba mis labios con los suyos.-aunque un poco de zumo no estaría mal-dije mientras ponía una sonrisa pícara en mi cara.

Mi corazón dio un vuelco ante sus palabras, acababa de firmar su sentencia. Perdí el poco autocontrol que me quedaba, solté la cerveza donde pude y la besé, levantándola del suelo, colocando con mis manos sus piernas alrededor de mi, agarrándola con fuerza del trasero con una mano y de la espalda con la otra.

-Lo siento, creo que no tengo zumo, tendrás que conformarte conmigo..-Dije, sin separar mis labios de los suyos. La senté sobre la mesa de la cocina, colocándome entre sus piernas mientras besaba su cuello y con mis manos recorrí sus muslos de abajo a arriba y viceversa, despacio, con calma. Disfrutaba de su piel en mis labios, saboreando su cuello, regocijándome en sus piernas con mis dedos...

Al terminar de decir eso me levantó en peso y me colocó sobre la mesa mientras acariciaba mis piernas y empezaba a besarme. Estaba muy excitada pero...no estaba segura de querer acostarme con una chica que conocía desde hace unos cuantos días.

Puse mis manos sobre su pecho mientras me echaba hacia atrás y movía mi cabeza para que no me besara.

-No...no...no puedo...hacerlo...te conozco desde hace poco...no sé...no me siento preparada-dije mientras la separaba un poco de mi.

Me aparté un poco de ella al ver que no quería que continuara, me sorprendió un poco que me rechazara pero no me importó, aunque estaba bastante excitada intenté controlarme.

-Lo siento, de nuevo he sido muy brusca, no he podido resistirme a tus encantos.-Dije sonriente, intentando quitarle hierro a la situación. No sabía cuanto tiempo sería capaz de estar delante de ella sin tocarla, así que decidí que lo mejor era estar un rato sola para tranquilizarme.-Si no te importa...voy a...darme una ducha.-Le di un pequeño beso en los labios, controlándome como pude las ganas de besarla más y me fui hacia el baño.

Dejé la puerta entreabierta por si necesitaba algo y me metí en la ducha, dejando toda mi ropa desperdigada por el baño. Abrí el grifo del agua fría, necesitaba enfriarme con urgencia.

Se fue decepcionada al baño y vi como empezaba a quitarse la ropa,en cuanto se quitó la camisa dejé de fijar mi vista en ella y me puse a mirar la nevera mientras mi cara parecía un tomate.

Abrí la nevera en busca de algo de beber y encontré un poco de leche,la cual la eché en un vaso que estaba colocado encima de la encimera y me dirigí hacia el salón con el vaso en mano. No pude evitar echar alguna mirada a aquel cuerpo perfecto que se estaba duchando. Era muy guapa y su cuerpo era...era magnífico.

Sólo necesitaba un remojón y me salí de la ducha, miré por la puerta, Jack ya no estaba en la cocina. Cogí la toalla y me cubrí el cuerpo con ella,luego me dirigí hacia mi cuarto. No sabía bien qué debía hacer, quería hacerla mía, pero no parecía dispuesta por el momento. Quizás simplemente debía actuar con normalidad.

Abrí el armario en busca de algo sencillo, pero que no fuera un pijama, si no algo...¿sexy? Sí, algo así. Cogí un vestido negro, ligero, simple, liso, de tirantes y cortito, algo pegado pero no demasiado. Me lo enfundé sin necesidad de ponerme un sujetador, mis tetas son lo suficientemente pequeñas como para no necesitarlo expresamente, pero con unas braguitas rojas.

Fui a la cocina a por mi cerveza antes de acercarme al salón, donde suponía que debía estar Jack, aún con el cabello húmedo. Me senté en el sofá con las piernas cruzadas y di un sorbo a mi cerveza.

-Hola, preciosa-Le dije, con una sonrisa dulce, intentando que no se sintiera incómoda de alguna forma por haberme rechazado hacía un rato.

Terminó de ducharse y se fue a su cuarto tapada por una toalla.La chica era muy delgada pero aún así tenía una figura espectacular.
Al salir de su cuarto vestida con aquel vestido negro me arrepentí por haberle dicho aquello antes pero lo dicho...dicho está.

Estar allí a su lado me ponía muy nerviosa,ya que estaba muy sexy. Empecé a ponerme muy muy roja y miraba al suelo,para no ponerme aún más.

-Ho...hola-dije tartamudeando.

Me divertía su timidez, me acerqué a ella lentamente y rodeé su cinturita con mi brazo, mientras con la otra mano agarré su barbilla para que me mirara.

Era absolutamente irresistible, más aún con aquel rubor, que la hacía monísima. De nuevo mi instinto me decía que la besara, de hecho acerqué mis labios a los suyos, pero cuando estaban a escasos centímetros recordé que no debía ir demasiado deprisa y sabia que si la besaba de nuevo, no podría parar. Así que me separé de sus labios y fui hacia su oído.

-Eres adorable.-Le susurré, justo antes de rozar su lóbulo con mi lengua.

Cada vez mi vergüenza por estar allí era mayor,mi cara parecía un poema y ella...no paraba de excitarme...solo estar allí a mi lado me...excitaba por así decirlo. Mis ganas por besarla y dejar que me poseyera eran cada vez más y más grandes.

Sin pensármelo dos veces me acerqué a sus labios y la besé apasionadamente mientras con mi mano derecha acariciaba su pelo y con la izquierda agarraba su nuca para que se acercase ami hasta que dejé que se tumbara encima mía.

-No...no puedo aguantarme más...quiero...quiero...-hice un silencio grande antes de continuar-quiero tenerte dentro de mi.

Me sorprendió besándome ella apasionadamente, cerré los ojos dejándome llevar por su lengua, por ella, que me acabó tumbando encima suya. Sonreí cálidamente a sus palabras, me pregunté si lo habría hecho alguna vez, supuse que sí, más tarde le preguntaría.

-Me alegro de oírlo, no sabía cuanto más podría aguantar sin tocar tu cuerpo.-Retomé los besos en su cuello por donde los había dejado en la cocina, coloqué una pierna entre las suyas, haciendo presión en su parte intima y, con una de mis manos, empecé a acariciar su estomago por debajo de la camiseta, subiendo lentamente hasta notar su sujetador. Paré entonces para mirar su rostro, quería comprobar si le estaba gustando lo que le hacía, no quería asustarla.

Empezó a besarme por el cuello como en la cocina y me puso una rodilla entre mis piernas y noté como hacía fuerza con ella. A su vez,noté sus frías manos mojadas en mi vientre subiendo cada vez más hasta llegar a mi sujetador,y allí paró. Para que siguiera,empecé a desabrocharme los botones de la camisa hasta que la abrí por completo e hice un gesto para que continuara mientras con mis manos,acariciaba su pelo.

Me excité muchísimo al ver como se desabrochaba la camisa, ya no pensaba controlarme lo más mínimo, introduje mi lengua en su boca bruscamente mientras con mis manos buscaba sus senos, por debajo de su sujetador.

Luego la levanté hasta colocarla sobre mi, de forma que ambas estuviésemos sentadas, para poder desabrocharle el sujetador más fácilmente. No tardé mucho en quitárselo, junto con la camisa. Lo hice despacio, mientras contemplaba su precioso torso desnudo.

Le quité las gafas con cuidado y las dejé sobre la mesita, luego la tumbé de nuevo y comencé a lamer uno de sus pechos, mientras con mi mano masajeaba el otro.

Me ayudó a quitarme la camisa por completo y el sujetador. Me tumbó sobre el sofá y noté su fría lengua sobre uno de mis pechos,me excité mucho y estaba a sentir un placer que pocas veces había sentido. Mi respiración se aceleraba y soltaba pequeños gemidos. En mi otro seno notaba su mano fría acariciándolo con dulzura.

Puse mi mano en su nuca y le levanté la cara hasta poder mirarla a los ojos. Puse mi labio superior entre sus labios y empecé a darle pequeños bocaditos en el labio.

Me encantaban sus gemiditos, no aguantaría mucho más sin desnudarla por completo.

La dejé hacer cuando empezó a morderme el labio, pero no tardé en empezar a besarla ferozmente. Me separé un poco de ella para dejarla respirar.

-Cariño, no sabes como te deseo en estos momentos.-Me quité el vestido, quedándome sólo con las braguitas, dejando ver mi cuerpo desnudo. Me tumbé de nuevo sobre ella, colocándome de forma que mis pechos tocasen a los suyos y empecé a moverme de arriba a abajo, lentamente, sin parar, mientras con mi mano acariciaba su muslo y subía hasta el botón de su pantalón.

Se quitó el vestido y pude ver sus pechos al aire. Eran normales como los míos muy monos.Se tumbó encima mía y empezó a frotar los suyos contra los míos,mientras mi respiración se aceleraba.

Puse mis piernas entre las suyas,dejando que clavara sus rodillas a ambos lados de mis piernas. Se colocó encima mía y pasé mis manos por debajo de sus braguitas acariciando sus nalgas suavemente mientras empezaba a acariciar uno de sus pezones con mi lengua.

Sonreí al sentir su lengua en mi pecho. La dejé hacer por un momento y luego empecé a besar los suyos, bajando por el estómago, poco a poco, hasta el vientre, hasta el comienzo de su pantalón, el cual desabroché y bajé poco a poco, mientras iba besándola, su vientre, su ropa interior.

Le quité los pantalones por completo, junto con los zapatos. Me puse entre sus piernas y besé su templo por encima de las braguitas, solo besarlo, apenas rozarlo con los labios, mientras acariciaba sus piernas.

La miré desde mi posición, quería ver esa carita tan mona. Luego aparté un poco la ropa y lamí con cuidado, me encantaba poder saborearla, que fuese mía, hacerla sentir bien, sólo yo. La quería.

Ookami se fue deshaciendo de mis pantalones poco a poco y a su vez también de mis zapatos. Se agachó y empezó a besarme por encima de mis braguitas mis partes íntimas. Me miró y yo la sonreí con una sonrisa pícara.Entonces apartó la ropa y empezó a pasar su lengua. Solté un sordo gemido y con mis manos acaricié su pelo.

No podía soportar tanta excitación por lo que cerré mis piernas para que parara,pero no sabía si iba a obedecer.

Aún no podía entender como podría estar haciéndolo con una persona que conocía desde hace tan poco. Pero al poco tiempo me di cuenta de que eso era...amor.

Me reí al ver como juntaba sus piernas impidiéndome que continuara. Subí hasta sus labios, acariciando su cuerpo con mis senos en el trayecto, la besé con suavidad y luego la miré. Dios, qué hermosa era.

-Creo que iremos a un lugar más cómodo, donde pueda disfrutar de ti en todo tu esplendor.-Me levanté y la cargué en mi hombro, como si la secuestrara. La llevé hasta mi dormitorio, donde la solté con cuidado en mi cama. Comencé a besarla de arriba a abajo, empezando por la frente, luego la nariz, los labios, la barbilla, el cuello, la clavícula, ambos pechos, el estómago, el ombligo, el vientre y finalmente el interior de ambos muslos.

Bajé con cuidado su ropa interior, quitándosela del todo, volví de nuevo a su boca y comencé acariciar su zona íntima, por encima del clítoris, con suavidad, simplemente para excitarla, mientras besaba sus labios.

El comentario que tuvo conmigo fue muy bonito pero a continuación me cogió y me reposó sobre su hombro llevándome hasta la cama. "Como un príncipe azul"-pensé,bueno,en este caso era...mi princesa azul.

Me tumbó en la cama y empezó a besarme por todo el cuerpo lentamente hasta llegar a mis partes intimas.Allí se deshizo mi braguitas con cuidado y la miré mientras un color rojizo como de costumbre aparecía en mi cara. Empezó a acariciarme por aquella zona mientras se me escapaban algunos gemidos sordos. Y empezó a besarme,y yo la correspondí como era debido.

Sentí como yo era la única que recibía placer y entonces intenté seguir el ritmo.Mientras ella tocaba mis partes íntimas y me besaba, arrastré mi mano por su vientre hasta llegar a su ropa interior. Allí colé mi mano por ellas hasta llegar a las suyas e introduje mi dedo corazón en su vagina mientras daba pequeños movimientos.

"Espero no ser muy brusca y que no se asuste"-pensé.

Me gustó que tomase la iniciativa, así que la dejé tocarme mientras besaba su oreja, dándole pequeños mordiscos y gimiendo con el contacto de sus dedos, luego empecé a masajear sus pechos, poniendo sus pezones duros con mis dedos.

-Me encanta...-Le susurré con un gemido.-Me encantas princesa. Voy a darte más placer del que hayas sentido en toda tu vida.-Le dije, separándome de ella, haciendo que su dedo saliera. Bajé hasta su zona íntima, levante un poco sus piernas y comencé a lamer su vagina, mientras introducía un dedo en ella poco a poco.

Se movió de nuestra aquella posición y me vi obligada a sacar mi dedo de su vagina.
Escuché su discurso que hizo sacar una sonrisa en mi cara. De repente me levantó las piernas y se agachó hasta llegar a mis partes íntimas y empezó a lamer y introducir sus dedos en mi vagina.

Empecé a dar cortos y pequeños gemido mientras pasaba mis manos por su cabeza acariciando su pelo. No sabía que hacer,la excitación era mucha como para poder pensar con claridad así que me dejé llevar.

Dejé de lamerla y saqué los dedos, dándole un último beso en el vientre antes de levantarme con una sonrisilla juguetona.

-No te muevas querida, voy a buscar algo para hacerte sentir aún mejor.-Abrí el armario y rebusqué en el segundo cajón, sonreí al ver aquello que estaba buscando. Lo cogí, intentando que Jack no lo viera y me lo escondí en la espalda, yendo hacia ella con sonrisa pícara, comencé a andar a gatas por la cama, intentando esconder el juguetito, besando sus piernas a medida que me acercaba a su boca.

Empecé a besarla, mientras la penetraba con el vibrador-aún apagado- que había sacado del armario, lo fui introduciendo poco a poco para no hacerle daño, aunque estaba bastante húmeda así que no debía haber problema.

Paró de lamer mi vagina y sacó sus dedos de ella. Entonces se levantó de la cama y se puso a rebuscar entre los cajones de un armario. Sacó algo que no pude ver,pero no me rendí y intenté buscar un hueco para ver lo que había detrás.

Empezó a andar a gatas por la cama hasta llegar ami y empezó a besarme las piernas hasta llegar a mi boca.En ese momento noté como algo más grande de lo normal se introducía en mi.Dejé de besarla y hice un grito sordo.Agarré su mano y la ayudé a introducirlo más adentro hasta no poder más. Con la mano que me quedó libre empecé a tocarle un seno y con mi boca jugaba con sus labios dándole pequeños bocaditos.

Parecía que tenía ganas de marcha, había resultado no ser tan modosita como yo me creía, lo cual me encantó.

Encendí entonces el vibrador y empecé a penetrarla con él, primero despacio pero cada vez más rápido. Inundé su boca con mi lengua hasta quedarme sin respiración.

Dejé de besarla, sin dejar de penetrarla con fuerza y me acerqué a su oído.

-¿Te gusta pequeña? Dime si te hago daño.-Le susurré y luego comencé a lamer su cuello, a morderlo, a chuparlo, dejándole marcas por todo él, quería conseguir que se corriera de esa forma.