Disfrutando de las vistas (libre)

Había decidido, que el mejor lugar para disfrutar de la tranquilidad y la ausencia de personas, sería la montaña. Había subido alto, no tanto como para llegar a la cumbre la cual estaba nevada, pero si lo suficiente como para disfrutar de un paisaje espectacular.
Decidí tomarme un descaso allí mismo, y me senté al borde de una roca, desde donde se podía ver todo con total claridad.

Calec había desistido de intentar escribir encerrado en su casa, necesitaba un sitio al aire libre para poder inspirarse, pero algo lejos de la ciudad para disfrutar de algo de soledad también. Y después de lo ocurrido en el bosque no se le volvería a ocurrir buscar soledad allí.

Se sentó sobre un llano de una montaña, cuando empezó a oler algo que le resultaba familiar, un olor como el suyo, otro hombre gato andaba cerca...Así que, en parte por curiosidad, en parte por desconfianza decidió ir en busca de aquello.

Dejó su libreta y su bolígrafo en el llano y comenzó a escalar la montaña con sus garras hasta llegar a la fuente del olor y, allí estaba, una mujer gato sobre una roca. La miró, primero de lejos, dudando entre acercarse o no, pero finalmente se acercó lentamente para no asustarla.

Estaba embobada mirando el paisaje cuando comencé a captar un olor familiar. Comencé a oler el aire tratando de averiguar de que se podría tratar cuando oí un ruido a mi espalda y giré mis orejas alerta en dirección al sonido antes de levantarme de un salto y ponerme en guardia ante lo que fuera.
Por suerte (o desgracia) se trataba de otro...hombre gato? Alguien de mi misma raza? lo examiné con cautela antes de hablar. Sentía curiosidad por el extraño, mas que nada porque aparte de a mi madre, no había conocido mas seres de mi raza.
-Eee...hola- dije con un hilo de voz que sonó serio y desconfiado.

La chica se percató de la presencia de Calec, así que al chico no le quedó mas remedio que devolver el saludo. Puso su típica sonrisa diabólica, para no dejar ver su auténtica personalidad, como siempre.

-Buenas.-Dijo seductoramente, mientras alzaba una mano en el aire para saludar y la otra la tenía metida en un bolsillo.-¿Qué hace una chica tan hermosa como tú aquí sola?-Preguntó sin pensarlo realmente, en realidad las mujeres le daban igual pero así se divertía, jugando con ellas.

Se acercó a ella mientras hablaba y le hizo un gesto para pedir permiso para tomar asiento al lado de ella.

Miré al extraño con cierta curiosidad, pero la perdí en parte al ver su sonrisa, algo no me olía bien en el. Volví mi mirada al paisaje antes de contestarle.
- Nada en especial, solo disfrutar el paisaje- dije mientras me encogía de hombros. Lo vi pedir permiso para sentarse, a lo que respondí haciendome a un lado para dejarle mas espacio. Tenía razón, el otro también parecía un hombre gato como yo, pero había algo en su actitud que me hacía dudar de su fiabilidad.

Calec se sentó al lado de la chica y se quedó mirándola un rato fijamente y sonriendo, luego miró hacia donde miraba la chica.

-Bonito paisaje, ¿eh? esta tranquilidad me ayuda a concentrarme para escribir.-Comentó antes de echarse hacia atrás para tumbarse, cerró los ojos y colocó sus brazos tras su cabeza a modo de almohada.

La chica no parecía muy contenta con su presencia, pero eso le divertía también, así que su sonrisa seguía bien grande en su cara.

Noté como me miraba y me incomodó un poco, por si fuera poco parecía haberse acomodado. Pero no era cosa ser descortés, tampoco quería ofenderle o empezar una pelea.
-aha...así que...escribes?- pregunté sin girar la cabeza, pero vigilandolo algo tensa por el rabillo del ojo.

Calec abrió los ojos ante la pregunta de la chica.

-Ajam, es mi oficio.-Respondió muy tranquilo y volvió a cerrar los ojos sin quitar su sonrisa.-¿sabes? eres muy linda, no quiero incomodarte con mi presencia.-Dijo percibiendo la tensión de la chica.-Por cierto, no sé tu nombre.-dijo al tiempo que se incorporaba y sonrió de una forma más dulce ahora, para no molestar a la muchacha.

Lo miré por el rabillo del ojo con cierta desconfianza, ¿que le pasaba? la sonrisa de antes era muy diferente a la de ahora, si trataba de engañarme no lo lograría. Me había preguntado mi nombre pero yo tampoco sabía el suyo... pero ante todo no me gustaba parecer maleducada, así que opté por decirselo.
-Nawo, y tu?- dije mientras dirigía mi mirada al paisaje.

Dirigió su mirada a la chica que no le miraba a él.

-Yo me llamo Calec...¿Sabes? pensaba que es agradable encontrar a alguien de mi raza, ¿vives en la ciudad?-Volvió a mirar al paisaje, y esto último quizás lo hubiese dicho en serio, puede que a Calec le resultara de verdad agradable encontrar a alguien de su raza, puesto que era algo normal entre ellos ser ariscos e independientes (como cualquier gato), eso les unía entre ellos.

Las vistas eran preciosas de verdad, Calec se sentía más liberado en un lugar como aquel, a veces incluso se planteaba volver a la vida en el bosque, puesto que en la ciudad se sentía asfixiado.

Lo escuché en silencio. Su tono había cambiado, resultaba algo mas agradable ahora. Lo observé por el rabillo del ojo tratando de no dar muchas señas de que le prestaba atención mientras pensaba en su pregunta.
- Si, aun que no llevo mucho tiempo, y tu?- le pregunté en un tono serio pero mas relajado, era extraño, pero desde que había llegado a la ciudad no dejaba de conocer gente, y lo mas extraño era que no me resultaban al cien por cien desagradables.

-Yo...-Comenzó a decir pensativo.-Sí, vivo en la ciudad.-Contestó, aunque tenía la sensación de que esa no era la respuesta que debía dar, o quizás de que no era la pregunta que le habían hecho...

-Puede que escriba una historia sobre una chica llamada Nawo, con ansias de volar... metafóricamente hablando, claro.-Dijo sin venir a cuento mirando a la chica sonriente, era raro que fuera realmente simpático con una mujer, quizás fuese porque era de su misma raza, el caso es que no tenía ganas de jugar con ella.

Lo miré sorprendida ante lo que dijo, ¿una historia?¿volar? moví un poco mi cola extrañada sin saber que responderle.
- ¿Y tendrá oreja y cola de gato o sera humana?- dije algo divertida. Parecía haberlo juzgado mal, igual no, ¿quien sabe? pero una persona de mi misma raza no podía ser mala...o si? Pero estaba comenzando a ser una compañía no desagradable (ya que aún no sabía si fiarme mucho, y por lo tanto, no iba a confesar que me agradaba)

-Puede que tenga piernas de pollo y cabeza de rinoceronte...-Dijo bastante serio, miró a la chica y empezó a reírse a carcajada limpia.-jajajajjajaaja.-Se echó hacia atrás con una mano en la barriga, puesto que le dolía de tanto reírse y ,secándose las lágrimas, habló de nuevo.-Es broma, tranquila. Será una chica con orejas de gato y muy guapa.-Le dijo guiñándole un ojo divertido.

-Y tendrá muchos deseos de escapar, de viajar, de vivir libremente,como el viento...-Dijo, bastante en serio pero sonriendo plácidamente.

Cuando le oí reír, y ante su comentario no pude reprimir una pequeña risa que se me escapo antes de que tuviera tiempo de evitarlo. Lo observé con curiosidad, esa sonrisa no se parecía en nada a la primera que había visto, esa sonrisa...me resultaba mas cálida y confiable. Sonreí yo también y lo miré.
-Cuando la escribas, espero tener el gusto de leerla- dije sonriendole con cierta complicidad. Vale, ahora si estaba claro, lo había juzgado mal, tal vez era demasiado desconfiada...

-Por supuesto, serás la primera en leerla, después de todo, serás la protagonista.-Le dijo sin mirarla, con los ojos cerrados y olisqueando el aire. Con una voz suave, que se perdía con el viento.

-¿no te gustaría...ser parte de la naturaleza? ¿no querrías volar?-Le dijo mirándola con atención, con la barbilla apoyada sobre una mano, como si su respuesta pudiese hacerlos volar a ambos de verdad.

Lo miré extrañada por su pregunta y me giré de nuevo para contemplar el paisaje con una tranquila sonrisa.
- Hace tiempo, pensé que viajando sería libre, sin normas, viviendo solo por y para mi. Pero ahora he descubierto que solo eres capaz de volar cuando tienes a alguien a tu lado...metaforicamente hablando claro- me reí un poco- Supongo que es cierto eso que dicen de que el amor da alas...- concluí sin apartar mi mirada tranquila del paisaje. No se si era la respuesta que esperaba, pero era la que tenía.

Al oír las palabras de Nawo, el hombre gato recordó sin querer al ángel, ruborizándose por ello al tiempo que fruncía el ceño.

-Menuda tontería.-Dijo bastante enfadado, escondiendo la cara entre sus brazos, con las piernas encogidas-Sólo es un estúpido ángel que se cree mucho por tener una casa enorme y por haberme conseguido inmovilizar...-Dijo de forma casi inaudible, para él mismo.-No siento nada por él...-Concluyó, intentando convencerse a si mismo.-Maldito bastardo...-Continuó soltando injurias hacia Salazar, olvidándose de que Nawo estaba allí por un momento.

Observé extrañada su reacción. A pesar de estar murmurando cosas, yo le oía perfectamente. ¿Un ángel? ¿Sentir algo? Sonreí con complicidad mientras lo observaba con curiosidad, no le obligaría a decirme nada, pero si quería hablar yo era todo oídos.
-¿ A que ángel te refieres? - dije sentándome totalmente girada acia el, mostrando que tenía toda mi atención.

Calec se asustó un poco al oír a la mujer gato, debido a que había olvidado que estaba allí. Se ruborizó aún más al darse cuenta de lo que había estado diciendo delante de ella.

-¿Q-Qué? No, no, no...no, ¿qué estás diciendo? ¿ángel?-Dijo enfadado mientras intentaba buscar una excusa. Vamos, era un escritor, podía inventarse algo con facilidad.-Sólo...es alguien que..¡odio! Sí, eso...me ganó en una pelea...y...me humilló y...lo odio mucho...-Dijo, bajando cada vez más la voz.

Sonreí divertida al ver sus reacciones y solté una pequeña carcajada, pero traté de disimularla para no ofenderle.
-Yo creo que para haberte vencido y para odiarle tanto...le tienes muy presente en tu mente- dije mirándolo con una gran sonrisa.

Analizó las palabras de la chica, escondió la cara entre sus piernas de nuevo y la asomó para responder.

-Claro, porque me enfurece mucho.-Dijo con un tono de voz que sonaba casi cómico.-pero él no está tan presente en mi mente, de hecho ya lo he olvidado, no sé de qué estábamos hablando....

Esta vez no traté de disimular la risa y lo miré mientras hablaba. Se comportaba como un niño pequeño.
-Creo que hablábamos de volar, de alas... tal vez de ángeles?- volví a sonreír mientras me inclinaba hacia delante mirándolo.
- No creo que le odies, no puede ser esa la causa de tu reacción-

La chica estaba empezando a interesarse demasiado por aquel tema, cosa que al chico no le gustó demasiado. Aún así, no tenía ningún motivo para no contarle lo ocurrido.

-Puede que...sea alguien que me agrade.-Dijo, desviando la mirada de la chica. En realidad se sentía algo confuso con sus sentimientos, no se atrevía a aceptar lo que sentía.-Pero no es importante...-Concluyó resignado.

Me dejé caer en la hierva boca arriba mientras lo vigilaba por el rabillo del ojo. Lo que decía no tenía sentido, si le agradaba entonces si era importante, tanto le costaba admitirlo? sonreí un poco para mi, de forma tranquila, empezaba a caerme mas o menos bien.
- Calec...alguien que no es importante para ti no te es agradable, te es indiferente- le dije de forma tranquila, la indiferencia era un sentimiento que conocía bien.
-Si te agrada...es porque es importante para ti- dije mirándolo con una pequeña sonrisa.