Disfrutando de un día de Verano [Lere y Sakura]

Hacía un día muy bueno, había hecho mucho calor, y lo que me apetecía era ir a dar una vuelta, el sol había caído, y era de noche...aun se podía notar el color que había dejado el sol, pero era sustituido por una agradable brisa a la luz de la luna...

Se estaba muy bien... me había sentado en el césped mirando el paisaje más bonito que había...movía la cola con lentitud, pero con alegría... estaba contenta... se me escapaba de vez en cuando algún ronroneo...

Este día había hecho muchísimo calor, y me apetecía algo de fresquito. Al caer la noche decidí ir a dar una vuelta al parque, me paraba en todas las fuentes que podía a beber un poco de agua. La luna estaba llena, y había una pequeña brisa agradable.

Me senté en un banco y empecé a tirar piedras al vació, no había nadie, el parque estaba demasiado solitario.

Casi a punto de tumbarme en el césped, algo me golpeó en la cabeza, me me hizo daño, pero fue lo justo como para que me quejara..

- Nya! ¿?- miré hacia arriba y vi que desde el alto que hacía el terreno caían piedras...

Subí con mucha agilidad por el desnivel hasta dar un gran salto y apoyarme en la barandilla, había una chica de cabellos moreno, ella era la responsable de las piedras...

Me quedé mirándola mientras movía la cola y la orejitas...

De repente oí un pequeño grito, pero no le di importancia hasta que vi una sombra asomarse por una barandilla en al dirección el la que estaba tirando piedras... ¿le habrá dado? Dejé corriendo el puñado de piedras que tenía en la mano y corrí rapidísimo hasta ella.

-Lo siento, ¿te he dado? ¿estás bien? Lo siento muchísimo-estaba muy alterada...

La chica de cabellos negros se me acercó rápidamente, y me pidió disculpas...

- No te preocupes tranquila, solo me dio una y no fue nada...- la dije con una gran sonrisa.... mientras movía la cola de un lado a otro traquilamente- Nya, estoy bien, solo que como me dio quería saber si había alguien arriba o me lo había imaginado... pensaba que sucedía algo...- añadí- pero veo que todo esta bien- la miré a sus brillantes ojos rojos, me llamaban mucho la atención, eran muy bonitos...

Seguí apoyada en la barandilla tan tranquila...no se veía que fuese mala persona.. así que sonreía...

Me alegraba saber que estaba bien, la miré por todos lados y no parecía que tuviera una herida ni nada, aún así seguía preocupada... las piedras que estaba tirando no eran muy grandes, pero lo suficiente como para dejar marca.

-Me alegro de que estés bien, pero aún así, lo sigo sintiendo- su sonrisa me hacía sonreir a mi- Por cierto me llamo Lere, encantada- y la di dos besos, uno en cada mejilla. Parecía muy simpática.

Hice un gesto con la mano en señal de que no se preocupara... correspondí sus dos besos.. y me bajé de la barandilla...era hora de presentarse...

- Nya- se me escapó- Yo soy Elizabeth, encantada igualmente- sonreí...- pero me puedes llamar Beth para abreviar...-añadí- así es como me llaman mis amigos- la ofrecí a tener conmigo un trato amistoso.

La chica era muy simpática y muy agradable...

*Creo que seremos buenas amigas*-pensé

Beth...¡me gustaba ese nombre! Era bastante bonito, y la chica me había caido bastante bien.

La luz de una farola nos estaba iluminando y me fijé en ella, sus orejitas y su cola eran adorables, me entraron ganas de abrazarla y rascarla las orejas, pero me controlé, y su ropa me encantaba.

-¡¡Uooou!! ¡Me encanta tu estilo!-los ojos se me abrieron como platos al decir eso, no sé por qué- Y tus orejitas también- susurré tan bajito que no me pudo oir...o eso creo...

Miré a Lere sonriente, era una chica con una apariencia muy buena, aparte de ser guapa, tenía buen carácter y era agradable...

Cuando me bajé y la luz de la farola me iluminó, me sonrojé ante su comentario, pero no dejé de sonreír.

- G-Gracias...-dije un tanto sonrojada...

También escuché lo ultimo que dijo... y me sonrojé un poco más...

- A mí también me gusta como vistes... tengo ropa muy parecida a la tuya...-la comenté mirándola con una gran sonrisa- nyaaa!-dije feliz...

¡Ropa como la mía! Definitivamente, esa chica me caía bien, cuando dijo eso los ojos se me iluminaron. Y creo que, por su reacción, me oyó lo de las orejas... ahí me sonrojé mushísimo y me entró la vergüenza, por mi piel pálida se me notaba demasiado, y miré al suelo. Decidí dejarlo pasar.

-¿Enserio? Ja, ja ¡Esque esta ropa mola!.. Bueno, oye, ¿te he interrumpido algo con el golpe de la piedra?

La vi mirar al suelo, no sabía si la había pasado algo, pero cuando la vi un poco roja lo comprendí, así que sonreí:

- Sí, este tipo de ropa me encanta, algunas cosas me las hago yo misma, pero aun estoy aprendiendo-comenté sonriendo...

Recordé que hacía en la parte de abajo, nada interesante, solo mirar..

- No, no estaba haciendo nada en especial, únicamente estaba tomando un poco de aire y mirando a la luna-la confesé...- hoy no tengo sueño, me pasa cada vez que hay luna llena...- añadí a mi confesión...

¿Qué la pasaría con la luna llena? Eso me sorprendió... decidí que era mejor no inmiscuirme, alomejor no era nada, pero bueno.

Mi piel volvió a ser tan pálida como antes, sin manchas rojas, entonces la miré sin preocupaciones.

-¡Ah! ¿Te puedo acompañar? Hoy no tengo fuerzas para caminar, me apetece estar sentada sin hacer nada, ¡hace demasiado calor! Pero si soy una molestia..me voy.

La miré atónita...

- Pues claro que no eres molestia, quédate conmigo... no me vendría mal compañía, y además, me alegra conocer a alguien sin tener que luchar directamente con esa persona después...-dije mirándola con una gran sonrisa- el tema de las cartas del buzón es muy raro...-añadí- ¿tú que opinas?- la pregunté sentándome con ella en banco...

- Se está muy bien aquí, ¿verdad?- disfruté de la brisa...

Me senté a su lado y me sacó el tema de las cartas, ¡ya estaba harta de eso! Siempre había una carta de esas en mi buzón, ya me rallaba...

-Sí, es bastante raro y odioso el tema de las cartas...¿Tú contra quién has luchado?- se me notaba un poco enfadada, pero sólo un poco.- Sí, aquí se está genial- dije más relajada

El tema de las cartas era muy extraño...

- Yo contra Calec, y perdí... y también contra Sanosuke... (en proceso)...- le dije triste...- no entiendo nada... la mano que arde.. la fiebre después de luchar.... es muy raro...- dije.

- Bueno, al menos nos quedan las noches de brisas frescas...-hice un comentario sobre el tiempo...y le sonreí a Lere.

Yo también combatí contra Calec... pero a ese tal Sanosuke no le conocía...

-Yo también perdí contra Calec... pero he tenido otros combates: Contra Dragonalcon, León y Narceu, en todos he perdido menos contra Dragonalcon...que fue el primero.- Me reí al oir su comentario sobre el tiempo, siempre que no sepas qué decir, hablar del tiempo te lo soluciona todo.- Estas noches son por las que merece la pena vivir aquí.

La miré con una amplia sonrisa...

- Bueno, tu al menos has ganado alguno...-la comenté- espero tener más suerte en mis próximos combates- reí... =3

- Si, tienes toda la razón, es una noche esplendida...- dije con una sonrisa- y una noche esplendida, necesita de algo esplendido...-saqué de mi bolsillo una bolsa de plástico llena a rebosar de piruletas...- Toma, coge las que quieras, las tengo de todos los sabores, nyaa..- le ofrecí con una amplia sonrisa...

Me ofreció piruletas, ¡me encantaba el azúcar! yo cogí una encantada, no podía decirla que no, ni tampoco quería... Había muchos que elegir, pero al final me cogí una de fresa, la abrí y la empecé a chupar.

-Muchísimas gracias...- La dije con una sonrisa- ¡Has descubierto mi debilidad! El azúcar...y el chocolate pero bueno...jejeje- yo no tenía nada que darla y me sentí bastante mal...seguí chupando la piruleta.-¡Midra mdi lengdua, esdta droja!-le dije con la lengua sacada

La miré muy alegre; estaba muy contenta de que la haya gustado, y además me gustaba ver felices a las personas.

- De nada, no hay porque dar las gracias...- sonrio y rió al verla enseñarme la legua...- A mí también me encanta el dulce... por eso siempre llevo encima piruletas, es mi debilidad...bueno.. y la leche...-con eso ultimo me sonroje un poco, pero no dejé de sonreír.

Miré la bolsa de piruletas para disimular he hice mi elección, cogí la de Cereza... mi preferida.

- A mí me encantan las cerezas...son mi perdición- comente graciosa.

Empecé a morder la piruleta y me quedé con un montón de cachitos en la boca que se fueron deshaciendo poco a poco, cuando ya no me quedaba en la boca, me quede con el palo... lo empecé a mordisquear.

-A mi de las piruletas lo que me encanta es...bueno... ¡el palo! Siempre lo muerdo- y me reí junto a ella- ¿Sabes? No está mal pasar una noche como esta en compañía- la sonreí agradablemente, puse mis brazos encima de mis piernas arqueada para alante y miré el paisaje.

Intenté adoptar una postura sentada lo más humana posible, imitando a la suya, coloqué la cola hacía el lado de fuera para no darla golpecitos con ella mientras la movía inconscientemente.

- jajaja, yo me compro muchas porque o me las termino muy rápido o tengo ganas de comer más...-le comenté- el palo es el entretenimiento del final... wwiii!-dije feliz.

La miré moviendo las orejitas contenta, me alegraba haber encontrado a alguien con quien congeniar tan bien...

- Estoy de acuerdo contigo, se pasan mucho mejor con alguien, y mejor aun si es tan agradable y simpática como tu!- sonreí sacando la lengua un poquito para que viera que lo decía de corazón

¿Le parecía simpática? No llevávamos mucho timepo hablando, pero a mi también ella me parecía simpática y agradable. Además, ¡era dorable!

-Tú también eres muy simpática. Me has caído muy bien y... ¿me podrías dar otra piruleta? -la dije muy tímida- Esque tengo hambre, preo cuando quieras yo te invito a algo.- me guardé el palo en el bolsillo de mi falda, y la guiñé un ojo amistosamente para que supiera que podía confiar en mi.

La ofrecí de nuevo la bolsa sonriente un un tanto sonrojada por su comentario de que yo también era muy simpática...

- No hace falta que me invites a nada, Lere... yo te las doy sin compromiso, para eso te las he ofrecido...porque quiero que cojas las que quieras...-le sonrió amistosamente...-además, con lo ricas que están no se las puede negar a nadie, ¿verdad?- la animé.

Con entusiasmo cogí otra piruleta, la primera que encontré, ¡era de un color azul intenso! Sabía extraña pero estaba buenísima.

-¡Ahora la lengua se va a quedar azul!- solté una carcajada al imaginármelo, un vampiro con legua azul, ¿dónde se ha visto eso?- Bueno, creo que ya no comeré más piruletas...- si necesitaba algo de comer era ¡sangre de algo!

-Se está haciendo bastante tarde, y a este hora siempre hay algún desviado por aquí, deberíamos marcharnos a otro lado.

Me reí al imaginar la lengua azul, me había pasado en varias ocasiones comiendo piruletas.... y resultaba muy gracioso.

- Jajajaja- reí contenta- no digas eso, cuando quieras más pídemelas... =3- me levanté para ir a otro sitio como había dicho Lere.

- Vale, y.. ¿a donde vamos?- la pregunté, yo no tenía sueño, y no me apetecía mucho ir al cesto a dormir...