El paseo en moto (Tema para Nawo y León)

La llevé a una cafetería cerca de la playa donde estabamos,y cojí una mesa cercana de la ventana,para no ser grosero con ella,le dije:

-¿Qué quieres tomar?

Le dedique una rápida ojeada al local y me senté volviendo a mirarlo, con mi normal cara de inexpresividad.
- Un vaso de leche - dije mientras me quitaba los guantes. Era mas sencillo coger un vaso con las manos, solo por eso me los quitaba.

Me dirigí hacia un camarero y recogí mi café y su leche y los lleve hasta nuestra mesa,se lo puse delante suya,y le dije:

-Bueno,cuéntame un poco sobre tí no?

Vi como traía las cosas y cogí mi vaso de leche examinándolo por si acaso tenia algo. Me había preguntado por mi, pero no tenia intención de decir nada. Ademas de que no sabia que quería saber.
- Mmm...que me llamo Nawo, algo mas? - levante la vista del vaso mirando mientras le lanzaba la pregunta, no entendia por qué quería saber de mi, y como tampoco sabia que quería saber decidí callarme, era mejor no hablar mas de la cuenta.

Notaba que la chica cada vez estaba más distante,y no quería eso,por eso saque mi magnum.,la dejé en la mesa y le dije:

-Se que soy un extraño,y todo esto puede parecerte raro,pero el simple hecho de que no te guste la gente me agrada,y quiero conocerte,por favor permítemelo,solo te pido eso

Lo mire algo sorprendida, pero sin demostrarlo en mi cara. Fruncí el ceño y pegue un pequeño resoplido, a modo de suspiro de resignación. Había dejado la pistola en la mesa, la mire y luego volví a mirarlo a el. Estaba desarmado, supongo que no había peligro.
-Mmm...lo cierto es que no se que quieres saber de mi, no hay mucho, viajo, solo eso. - Me encojí de hombros tratando de restarle importancia. ¿Por que se lo había dicho? puede que fuera un mínimo detalle sobre mi, pero había acabado diciendo algo.

Por fin sentía que la chica se había calmado,y podría tener una conversación normal con ella:

-Yo trabajo de cazarrecompensas,de ahí a que tengo una pistola,amí también me gustaría viajar,pero entre las misiones e investigar,no tengo tiempo.

Lo observe con cierta curiosidad, tal vez me había equivocado con el. A pesar de ser caza recompensas estaba siendo bastante paciente conmigo. Mire mi vaso, algo pensativa, supongo que no estaría mal contarle un poco mas, no?
-Bueno, viajar esta bien en cierto modo, pero también esta bien encontrar un lugar fijo donde quedarte...o eso creo- Dije con un tono de voz mas tranquilo mientras miraba por la ventana.

La chica estaba más tranquila todavía,ahora pensaba que podría hablar sobre cualquier tema con ella,por fin,después de muchos años,tenía mucha confianza en esa persona que había conocido hace unas horas,un poco raro pero cierto:

-Y,¿porqué no te instalas aquí? si te fueras,algunas personas se sentirían mal-mientras una risa aparecía en mi cara

Solté una carcajada sarcástica a su comentario y me gire para mirarlo mientras bebía otro poco de leche
- Ya me he instalado, pero no creo que haya nadie que me echara de menos si vuelvo a irme- No sabia porque estaba hablando con el sobre esto, mejor dicho, ¿que hacia yo hablando con alguien? Aunque debía admitir que no me había caido mal del todo, pero sabia que solo era cuestión de tiempo que me traicionara.

Cogí por primera vez el café,y le dí un sorbo,la miré y le dije:

-Las personas especiales no sabes que existen hasta que las conoces,pero...yo soy una persona?jaja

Lo mire algo extrañada, pero sus palabras me habían hecho darme cuenta de algo. Me incline acia delante apoyando la barbilla en las manos mientras lo miraba a los ojos
- Cierto, eres una persona? No me hueles como un humano normal...que eres?- No sabia por que había sido tan directa, pero bueno, si no se lo preguntaba ahora sabia que posiblemente lo haría mas tarde, era cuestión de tiempo.

Se inclino y me miró a los ojos,y me preguntó que era...claramente humano no era,tendría que decirle mi verdadera identidad,y no sabía si se asustaría o algo parecido,pero si empiezo mintiendole, la relación acabaría mal:

-Podríamos decir que vengo del sur...-Y sonreí.

Lo mire extrañada mientras alzaba una ceja examinándolo. Del sur me parecía una respuesta un tanto extraña, pero tras pensarlo un rato creí saber la verdad. Aunque solo era una suposición, seria mejor si me lo confirmaba. Sonreí de forma sarcástica y me eche acia atrás en el asiento cruzándome de brazos
- cuanto al sur? del hemisferio sur o... del infierno- dije lo ultimo esperando que me confirmara mis suposiciones. Había visto a muchos humanos, pero nunca un demonio, si así era podía sentir como mi curiosidad por saber mas se dispararía.

Parecía una chica espabilada cada vez me gustaba más,claramente,acertó y seguí hablando:

-Pues sí,eres muy aguda, soy un demonio con cuerpo de humano,extraño verdad?,a la gente no le gustan los demonios,por nuestro espíritu guerrero y demás,pero luego nos usan como simples máquinas para la guerra,por eso odio a la gente,se que no se puede generalizar,pero por lo general es así.

Se me escapo una pequeña sonrisa al ver que había acertado. Me sorprendió que el también odiara a la gente, aunque tenia sus razones, que escuchándolas resultaban mas que razonables.
-mmm...yo solo los odio por su naturaleza...mientan, engañan, traicionan...son codiciosos y destructivos... son detestables- Dije de forma relajada, como si fuera lo mas normal del mundo, mientras volvía mi vista a la ventana.

Después de tanto tiempo,alguien que me entendía,era perfecta.
Empezaba ya a llover,y pensé que lo mejor sería llevarla a su casa,antes de que la tormenta fuera más fuerte:

-Nawo,empieza a llover,quieres que te lleve a tu casa antes que la tormenta sea más fuerte?

Había visto como comenzaban a caer pequeñas gotas de lluvia, pero cada vez caigan mas y con mas fuerza, no sabia si aceptar o no su invitación. En el tiempo que había estado con el no me había mentido, o eso creía, ni me había atacado... no sabía muy bien por qué, pero creo que empezaba a fiarme de el. Terminé el vaso de leche y asentí en silencio.
- Esta bien, gracias- lo ultimo lo dije en voz baja, como si me costara decirlo, y lo cierto era que en todo el tiempo que llevaba viajando no le había dado las gracias nuca a nadie, ya que a mi juicio nadie se lo había ganado.

Pagué la cuenta,recogí la magnum,y la metí en la bandolera.
Salimos rápido de la cafetería y me monté en la moto,y ella lo hizo en el asiento de atrás,y me dijo su dirección y fui allí sin más rodeos.