Viendo lugar (Mikuo y Emily)

Spoiler:

Estaba caminando por las montañas. Al ver tanto pino, pensé que mi estado en combate era bastante bajo y decidí entrenar la puntería de cuando debía lanzar la daga. Estuve así un bastante tiempo y decidí segur mi camino. Toda la zona estaba bastante llena de pinos exceptuando un sendero, pero con algo de dificultad para pasar por él. Después de llevar horas en la montaña, decidí sentarme al pie de un pino para descansar. Disfrutaba del sonido de la naturaleza, sobretodo del de los animales, me encantaba oirlos.

Tras tanto problema con el tema de las cartas, Emily decidió que era hora de ponerse a entrenar y hacer deporte en serio de una vez.

Lo primero que debía entrenar era su fuerza, así que se dispuso a golpear un pino y lo hizo, con el puño, dolía mucho.

-Ittatatatata....-Se lamentaba encogida en el suelo, cogiéndose la mano herida.

Estaba tranquilo escuchando a los animales, pero entre el sonido de los mismos, escuché a una chica. Abrí los ojos extrañado y decidí ir hacia donde vino el sonido.

Ví a una chica encogida, parecía que le dolía algo.

-¿Estás bien?- Pregunté por si necesitaba ayuda mientras me acercaba otro poco más.

Deduje que puede que lo que le doliera la mano. -¿Quieres que te ayude?- Añadí preguntando por si quería o no, nunca se sabía.

Entonces Emily oyó a un chico que le hablaba, se giró para mirarle sin olvidarse de su dolor y con una lagrimilla cayéndole por un ojo, lo miró. Parecía algo más joven que ella, aunque no mucho más y era realmente mono, tanto que Emily se volvió estúpida por un momento.

-ah..umm..eh...yo...E-estoy bien, gracias...-Realmente estúpida. Se levantó para saludar al muchacho, golpeándose la cabeza con el árbol.-Ittatatatata...-Volvió a encogerse en el suelo, agarrándose la cabeza. Genial, ya había hecho el ridículo, para variar.

Me dijo que estaba bien, pero a mí me parecía que le dolía la mano.

-¡Cuidado!- Le dije pero fue justo cuando se golpeó la cabeza. Sin perder un segundo me coloqué a su lado.

-¿Te encuentras bien? debe haber sido fuerte...- Le pregunté preocupado, los golpes en la cabeza son bastante importantes.

Mientras le pregunté, coloqué una de mis manos en el lugar donde se golpeó y la otra la coloqué delante como si quisiera subirla también o preparada por si me hacía falta. Decidí ver su mano también, pues antes parecía quejarse de ese lugar y con mi otra mano la cogí echándole un vistazo por si se había provocado alguna herida o algo similar. La verdad, la mano tenía pinta de haber sufrido otro golpe.

Se quedó totalmente paralizada por un momento, intentando tranquilizarse, con la cabeza aún agachada pero sin hacer ningún ruido. Se relajó un poco y levantó la cabeza. El chico colocó su mano sobre ella, así lo dejó hacer, al igual que con la herida de su puño.

-Am...No tienes que preocuparte, estoy bien, sólo soy un poco torpe...je...-Dijo con una sonrisa nerviosa, apartando con suavidad la mano para no molestarle, empezó a moverla.-¿ves? Estoy perfectamente.-Sonrió de nuevo, más relajada.

La notaba un poco nerviosa y la miraba mientras me hablaba. También vi como movía la mano, pero aún así seguía un poco preocupado.

-Aún así, creo que es mejor que se mire, puede que más adelante resulte un problema...- Le aconsejé mirándola a los ojos. -¿Cómo te dañaste la mano?- Le pregunté para saber si realmente hacía falta, pues no sabía como se la produjo. Dependiendo de como fuera podría intervenir de forma que no se dañara más hasta que lo viera un médico profesional.

Dio un respingo al oír su pregunta, mantuvo la mirada hacia el infinito mientras se intentaba inventar una excusa menos vergonzosa.

-Eh..Esto...-Dijo dubitativa mientras se miraba la mano, no se le ocurría nada, así que decidió decir la verdad.-Le di un puñetazo a aquel árbol.-Dijo, señalando al mencionado pino. Luego le miró de reojo, soltando un leve y avergonzado "je".-De todas formas estoy bien, soy resistente.-Añadió con una gran sonrisa.

Miré al árbol que señaló y luego a ella cuando dijo que estaba bien. Suspiré un poco aceptando lo que decía.

-Está bien, te creeré.- Le dije sonriendo cerrando los ojos y torciendo un poco la cabeza de forma amistosa. Decidí seguir con mi entrenamiento y me levante. -Bueno, yo voy a seguir entrenando, y encantado de conocerte.- Acabé comentando con una amplia sonrisa.

Emily sonrió con cortesía, hasta que escuchó aquello de entrenar, él también estaba allí para entrenar....y parecía que él no se ponía a pegar puñetazos a lo loco. Andó un poco hacia él.

-¡Ah! ¿Tú también estás entrenando? Podríamos entrenar juntos.-Dijo sonriente.-Por cierto, me llamo Emily, encantada y gracias por preocuparte.-Dijo, extendiéndole la mano que no estaba herida, para que se la estrechara.

Al empezar a andar, me giré nada más oírla. Me gustó lo que me dijo y acepté.

-Claro- Se presentó y correspondí el estrechón de manos. -Yo soy Mikuo, y no a sido nada- Respondí a su agradecimiento.

-Yo estaba practicando la puntería con la daga contra los pinos... pero si entrenas de otra forma, lo podemos adaptar.- Propuse por si ella no usaba la misma arma y dependiendo del tipo de lucha, sería el entrenamiento que haríamos.

Emily se quedó pensativa por un momento. La idea de practicar la fuerza no le había salido demasiado bien, así que pensó que sería un buen entrenamiento, practicar puntería.

-Dagas, que curioso, yo también las empleo.-Sonrió mostrando las que llevaba en las ligas.-Me parece una buena idea eso de practicar la puntería.-Recordó su desastroso intento de praticar la fuerza.-Seguro que será más útil que mi entrenamiento.-Se rió, tapándose ligeramente la sonrisa con la mano.

Me sorprendió un poco que usara la misma arma que yo, solo que ella tenía dos. -Yo solo tengo una que suelo cubrir de veneno en las peleas...- Comenté mientras también la sacaba junto con una bolsita que ahí estaba el veneno que mencioné.

-Bueno... ¿comenzamos?- Le propuse por si quería que empezáramos ya o quería esperar un poco.