Deporte matutino

Emily decidió salir aquel día a hacer un poco de deporte matutino, solía aprovechar aquellos días en los que no tenía que trabajar para estirar un poco las piernas por el campo.

Llevaba sus deportivas blancas en lugar de las típicas botas de motero, sin embargo seguía vistiendo sus habituales calcetas y guantes largos. Comenzó haciendo unos estiramientos, respirando el aire limpio de aquel precioso lugar. Muchas veces deseaba no hacer ese tipo de cosas sola, aunque por lo menos ya conocía a alguien, aquel chico tan extraño de la playa.

Comenzó a hacer un poco de footing pero al poco se aburrió y se sentó en la hierba, de repente la tristeza la invadió, así que volvió a los estiramientos para olvidarla.

Lere quiso ir al campo para ver un poco el panorama de aquellos parajes tan desconocidos para ella... la curiosidad la comia por dentro...¿habría alguien al que conocer? ¿Haría por fin un amigo de verdad? Todo o nada era posible.

La felicidad se iba agotando cada vez más, ya que, sus medias de rejilla se la estaban enganchando en todas las plantas y sus tacones se hundían en la arena y la costaba mucho andar.

De pronto vio una figurita a lo lejos de una chica haciendo estiramientos...parecía una elfa, pero no estaba segura. Se acercó lentamente.....la chica estaba de espaldas y no se había percatado de su presencia

-Ems.......¡Hola! La dijo susurrándola al oido.

Emily intentaba concentrarse en olvidar su estado de ánimo cuando de repente alguien le susurró algo al oído. El simple roce de el aliento de esa persona con su oído la hizo estremecerse, pegó un brinco para alejarse de quién fuese que le había hablado y con rapidez sacó de su liga la daga que siempre llevaba escondida y amenazó a la chica que se encontraba ahora delante suya.

Aún con la daga amenazante se percató de que sólo era una chica, aunque parecía un vampiro y de esos no hay nunca que fiarse, la elfa se relajó un poco pero no del todo, aún seguía amenazando a la chica con la daga.

-Tú, ¿quién eres?

La chica se sobresaltó, le dió un susto de muerte (irónico, ¿verdad?). Lere estaba asustada...ella no habia hecho nada y ya la estaba amenazando con una daga...estuvo a punto de sacar la suya, pero decidió que no era muy buena idea dada su reacción anterior..

-Pues....bueno......yo....soy nueva por aquí...y no conozco a nadie....Me llamo Lere, ¿y tú?- La dijo mientras intentaba apartar la daga de delante de sus narices

Emily se fijó en que la chica no oponía ninguna resistencia así que decidió dejarlo estar.

-Chica, me has dado un buen susto.-Dijo, al tiempo que guardaba su daga de nuevo.

-Yo me llamo Emily, perdona por lo de amenazarte y todo eso, en fin, hay que tener cuidado con los vampiros, ya sabes.-Dijo riéndose, aunque temía, tras haberlo dicho, que a la muchacha no le hiciera tanta gracia.-Así que eres nueva, bueno, este es un sitio precioso para pasar el día.-Comentó, intentando quitarle hierro al asunto.

Emily puso su mejor sonrisa suplicando en su interior no haber sido demasiado descortés.

Las palabras que salieron de su boca la sentaron bastante mal....vampiros....Lere no tenía ninguna culpa de ser así...no había sido su elección....pero bueno, Lere intentó poner la mejor de sus sonrisas para no ser descortés

-Hmmm...con que Emily....me suena muchísimo tu nombre. ¿No nos conoceremos de antes? No, seguramente no. Bueno pues encantada. ¿Qué te trae por aqui?

Lere parecía bastante molesta por el comentario de Emily, aunque ésta no pareció percatarse, en cambio miró de arriba a abajo a la vampiresa. Pensó que era bastante atractiva, pero más que nada le sorprendió su vestimenta para un lugar como ese y a esas horas de la mañana.

-¿Conocernos? no lo creo, supongo que lo recordaría.-Dijo, más para sí que para la chica con la que hablaba.-Simplemente estaba haciendo algo de ejercicio. ¿y tú, qué haces por aquí?.-...Con esas pintas, pensó en añadir, pero no quería meter más la pata, así que simplemente sonrió esperando la respuesta de la vampiresa.

La brisa corría, era un día más bien frío y Emily lo estaba notando.

Emily era una chica bastante delgada, con unos ojos azules como el color del cielo. Parecía agradable y simpática así que Lere hacía intentos de ser su amiga...para una persona que encontraba, ¡no la iba a dejar pasar!

-Pues yo estoy explorando estos lugares...no llevo mucho tiempo aquí, y lo quería conocer mejor... -se lo estaba diciendo con voz bastante agradable para que no la volviera a amenazar con el cuchillo - ¿Tú conoces algún sitio en el que haya mucha gente con la que poder conversar? Esque me encantaría conocer a más personas.

Empezaba a hacer frío, y Lere notaba el aire entre los huecos de sus medias.

A medida que hablaban, Emily cada vez sentía más simpatía hacia Lere, se arrepintió entonces de haberla juzgado como lo hizo sólo por ser un vampiro, pero de pequeña siempre había estado oyendo que los elfos y los vampiros no debían llevarse bien, se alegró enormemente de haberse dado cuenta de su error.

"Conocer gente...pues le había preguntado a la persona menos indicada", pensó Emily.

-Bueno, yo trabajo en una cafetería en la que suele haber bastante gente.-Dijo, intentando ayudarla, si se trataba simplemente de saber donde se juntaba gente tampoco era tan difícil.-De todas formas, por el centro siempre suele haber gente joven como tú, que debes tener...¿16, 17 años?

A Lere le parecía que Emily ya no estaba tan asustada ni tan incómoda por su presencia, eso la agradó, se sentía feliz porque al final una persona no la juzgaba por su apariencia física. Lere nunca había tenido amigos, ya que su aspecto no es muy amigable ni mucho menos.

-Pues...bueno...en realidad...tengo 238 años- Lere estaba avergonzada por su edad, sabía que era viejísima comparada con ella- son bastantes años, ¿No crees? - se rió nerviosamente- ¿Y tú?

Emily se sintió un poco estúpida por haber juzgado la edad de un vampiro por su apariencia, aún así lo afrontó con humor y sonrió.-Jajajá, que va, es normal en los vampiros al igual que en los elfos.

La elfa cada vez sentía más el frío en sus huesos.-Oye, ¿te gustaría que fuésemos a algún otro sitio más cómodo?.-Preguntó al tiempo que rodeaba su delgado cuerpo con ambos brazos.-Quiero decir...esos zapatos no deben ser muy cómodos para un sitio así.-Añadió, mirando los zapatos de Lere e intentando no dejar ver su malestar.

Lere notó que Emily tenía frío, ¡no me extraña! si está como un palo, no tiene nada de grasa que la pueda hacer de aislante.

-¡Vale! Podríamos ir por el centro a ver algo...no sé, tú conocerás más que yo, ¡ya sé! ¡vámonos al centro comercial! Y así te compras otra ropa que sea más de invierno, que hace bastante fríio...¡y vamos muy frescas!-se ríe- Y luego no sé podríamos ir a tomar algo que hace bastante hambre. ¡Yo te sigo!

Comprar ropa, tomar algo... Emily no estaba como para derrochar el dinero, pero tampoco quería ser aguafiestas, así que simplemente accedió.

-Claro, vamos.-Dijo sonriendo y empezando a caminar en dirección a la ciudad.