A la mañana siguiente (privado Hotaru, Soul)

La claridad me molestaba por lo que abrí los ojos, no hacía mucho que había amanecido. Me erguí algo atontado, hacía tanto que no dormía...Miré alrededor para comprobar donde me encontraba. Estaba en un bosque, ¿Qué hacía allí? Miré a un lado y había alguien más durmiendo allí.

Abrí el ojo desmesuradamente, pero entonces recordé que había pasado allí la noche con Hotaru. Miré su gracioso rabito, era tan linda. Me quedé contemplándola mientras aún dormía, procurando no hacer ningún ruido que pudiera despertarla. Esa chica había conseguido quitarme mi insomnio, era increíble, era mía.

Sentí la claridad del sol cuando amaneció. Notaba una brisa agradable y poco a poco comencé a abrir mis ojos. Giré un poco mi cabeza y vi a Soul. ¿Entonces no había sido un sueño lo que había vivido? de nuevo la alegría me llenó.

-Esto... buenos días- Saludé un poco sonrojada y sonriendo con dulzura y alegría. Comencé a mover un poco la punta de mi cola por estar alegre. Me senté, pero una hoja se había enganchado en mi pelo. Me di cuenta y no perdí un segundo en quitárme la y luego me reí un poco mientras cerraba los ojos de alegría y le miré sonriendo, era increíble que fuera tan feliz, jamás pensé que algún día lo estaría tanto.

Empezó a abrir los ojos y me puse un poco nervioso por no saber qué debía decir cuando se levantara. Me reí al ver esa actitud tan mona mientras se quitaba la hoja del pelo.

Me decanté por darle los buenos días con un pequeño beso en los labios, mientras la agarraba del hombro con un brazo.

-Buenos días.-Le dije sonriendo, mientras la miraba a los ojos, intentando disimular mi timidez.¿Qué tal has dormido?

El día también comenzó de maravilla tras recibir su beso. -Pues, contigo a mi lado, jamás he dormido tan bien...- Le dije con una sonrisa amplia. -¿Y tú?- Le pregunté también mirándolo con dulzura, todavía sin poder creerme del todo que fuera verdad que me quisiera, era como si volara por encima de la propia atmósfera, entre las estrellas junto a Soul, y él ya era una estrella, la mejor que pueden haber en el cielo, una estrella fugaz que ha venido para quererme.

Apoyé mi cabeza en su hombro mientras le miraba mientras me sentía la más feliz del mundo esperando a oír su voz, la mejor voz del mundo, responderme la pregunta que le hice, lo quería muchísimo, se convirtió en mi razón de vida.

¿Yo? Teniendo en cuenta que llevaba meses y meses sin dormir ni un poco, ¿Qué podía decir?

-No tienes ni idea de lo bien que he dormido yo...-Le di un pequeño beso en la cabecita, antes de cogerla entre mis brazos y levantarnos a ambos, con cuidado.

La solté delicadamente en el suelo, cogí su mano derecha y le di un pequeño beso en el dorso de la misma, colocándola luego en mi mejilla, pretendiendo tener todo el calor que pudiese desprender, sólo para mi...

-¿Tienes hambre, Hotaru?-Le pregunté con repentina emoción, mientras cogía sus manos con las mías, manteniéndolas cerca de mis labios, mirándola con ojos brillantes y una gran sonrisa. En realidad debía dar un poco de miedo con aquella cara de psicópata.

Me ruboricé un poco cuando me besó la mano, jamás habían mostrado tal respeto hacia mí, cada vez lo amaba más y más.

Comencé a preguntarme si mi amor por él seguirá creciendo mientras yo viva mientras él colocaba mi mano en su mejilla. No quería hacer nada más que estar abrazada a él para siempre.

-Pues algo tengo... ¿y tú?- Le pregunté con cariño dispuesta a buscar algo para los dos nada más me lo dijera, me sentía suya, quería hacer todo lo que me dijera solo por tratarme tan bien como lo hace, a mí solo me hacía falta el hecho de que me quisiera y nunca me abandonara, estaba segura de que nunca lo haría y que jamás me volveré a sentir sola. Acaricié sus mejillas con ternura mientras esperaba su respuesta y lo miraba de la misma manera, lo amaba.

Le sonreí con dulzura, se me pasó por la mente decirle "Sí,de ti" pero preferí callarme, tampoco quería que pensase nada raro de mi. le di un pequeño beso en la frente antes de coger su mano derecha y comenzar a andar.

-Claro. Te invito a desayunar, ¿Sí?-Me paré en seco poco después de decir aquello. No llevaba dinero, ¿Qué podría hacer? Miré a Hotaru, concentrado en qué podría ofrecerle. Entonces se me ocurrió algo. Una extraña sonrisa malévola se dibujó en mi rostro. No por nada, simplemente mi sonrisa era así en ese momento.

-¿Te importa si vamos a mi casa a desayunar? Es que no llevo dinero encima ahora mismo.-Dije emocionado.

Cerré los ojos para sentir su beso en mi frente y dejé que me guiara.

-Claro- Le respondí con ternura mientras sonreía de la misma manera. Me quedé un poco extrañada cuando se paró en seco, a lo mejor a pasado algo que no le gustara nada... sea lo que sea, me preocupé algo por si acaso, pero me calmé al escuchar lo que dijo entonces.

-Me encantaría desayunar allí, para mí, es el mejor sitio- Le respondí tranquila y me sentía ilusionada por ello, pero quise controlarme por si acaso se molestaba o algo similar.

Ya deseaba estar en su casa, solo esa idea me entusiasmaba.