Por la naturaleza [Soul y Hotaru]

Me preocupé al ver sus lágrimas, ¿La había hecho llorar más? Empezó a temblar y solté un poco el abrazo, para colocar mi mano en su mejilla e inclinarme un poco más hacia ella.

-¿te encuentras bien? ¿He dicho algo que no debía?-Sentía que estaba demasiado cerca de ella, así que alejé un poco la cabeza, quizás demasiado bruscamente. Quité la mano que tenía en su mejilla para colocarlo tras de mi y apoyarme en él, sin soltar su cintura.

Me ponía terriblemente nervioso estar así con ella, era como si cuanto más cerca estuviese de ella, más quería mi cuerpo y más nervioso me ponía.

Nada más sentir su mano en mi mejilla, mi mal, por unos segundos se fue de mi mente, pensando si hará lo que suelen hacer las parejas cuando acercó su cara.

Mi corazón empezó a latir de forma que nunca lo había hecho antes ¿será él la persona de la que me habló Lere?¿quién me aceptará, tal y como soy? de ser así, ha llegado mucho antes de lo que creía... ni siquiera creía que llegaría algún día.

Estaba dispuesta a cerrar los ojos en caso de que él continuara. Escuché las palabras de sus preguntas y fue como si me hechizara con ellas, ahora era yo quien quería avanzar.

Al final, apartó la cara y me ruboricé un poquito por el momento que acababa de vivir. -Esque... nadie me ha tratado así y... me preocupo, de que solo hablemos esta noche y no te vuelva a encontrar... hasta ahora, nunca había sentido algo... aprecio... puede ser... no sé... - Me costaba explicarlo y cada vez se cortaba más mi voz, ya no sabía que hacer, todo esto era nuevo para mí.

Me puse serio al oír aquello, ¿Cómo no iba a querer volver a verla?

-Claro que volveremos a hablar. Ni loco querría no volver a verte.-Le dije con determinación, acercando de nuevo mi rostro al suyo y cogiendo con mi mano libre la suya, mientras la abrazaba con más fuerza aún de la cintura.

Era un momento como de película, parecía que todo a nuestro alrededor nos incitaba a ello. ¿A ello? ¿A qué "ello"? ¿A besarnos? ¿A que yo la besara? Qué locura, como iba yo a...Aunque bien mirada...resultaba tan hermosa y me entendía, era cálida y agradable y tierna...

La simple idea de "ello" hizo que me pusiera nervioso de nuevo. Tragué saliva, mirándola fijamente, sin soltar su cintura ni su pequeña mano. No me veía capaz de hacer algo como eso. Además, ¿Querría ella? ¿Y si la asustaba? Dios, había estado mucho tiempo callado, mirándola fijamente, ¿Qué debía hacer? Por favor, estaba tan nervioso que de un momento a otro se me fundirían los plomos. Abrí la boca para hablar-o algo-pero no dije nada y continué mirándola fijamente, con cara de circunstancia.

Me sorprendí con lo que dijo. Me sacó un gran peso de encima. Cada vez, presentía que él era quien debía aceptarme, pero solo lo sabría hasta cuando ocurra. Mi corazón volvió a latir con fuerza cuando volvió a acercarse y me cogió la mano.

Sentí que me abrazó con más fuerza y mi emoción no hacía más que subir... ¿o era realmente emoción? si no era así, ¿que era exáctamente?. Me encantaría besarle pero, ¿y si con eso se enfada? si no lo beso y era quien me aceptaría, ¿le dejaría escapar y que otra chica lo besara? no, eso no lo podía permitir, ¿y que hacía yo preguntándome eso? me daba igual.

Decidí arriesgarme ahora a que otra chica lo hiciera. Le contemplé en unos segundos en silencio yal final mi cuerpo actuó por sí solo. Me atreví y, con muchísimos nervios y ruborizada, uní mis labios con los suyos de forma que no fuera brusca.

Entonces me quedé quieta, esperando alguna reacción de él, si le molestaba o no.

No me esperaba aquello, me besó, ella a mi. No es que fuera la primera vez que me besaban, pero ella...Era diferente...Nunca había estado con alguien así...Nunca me había sentido así con nadie...Nunca...¿Pero qué hacía pensando en chorradas en un momento como aquel? Cerré los ojos-el ojo-, solté su mano para llevar la mía hacia su nuca. Apreté mis labios contra los suyos y me mantuve así durante un rato, sin atreverme a besarla más profundo por si la asustaba.

Alejé mis labios de los suyos con lentitud, abriendo poco a poco los ojos-el ojo- para mirarla atentamente, antes de separarme del todo. Le sonreí cálidamente cuando la tuve lo suficientemente lejos como para enfocarla a la perfección. Dios, era tan tremendamente hermosa, incluso más tras aquel beso. La quería, me daba igual haberla conocido hacía apenas unas horas, la quería con locura, pero me daba pavor decirlo, quizás pensase que lo digo a la ligera. Nunca había querido a nadie, ella era...era mi diosa.

Apoyé mi frente en su hombro, la olfateé, prácticamente esnifé su aroma, quería tenerla siempre así, a mi lado, que no fuese nunca de nadie más.

-Te quiero Hotaru, no sé si tu sentirás lo mismo pero yo...estoy loco por ti.-Me mantuve en su hombro, no era capaz de decirle aquello mirándola a la cara, pero sí mantuve mi abrazo alrededor de su cintura.

No se enfadó, al revés, lo siguió. Me llené de alegría. Entonces supe que él me gustaba, sino no tenía sentido que él me gustara. Lo seguí hasta que separó nuestros labios.

Le miraba con una gran alegría en los ojos cuando me sonrió. Me sentí completa, como si esto fuera lo que me faltaba en mi vida. Cuando apoyó su frente en mi hombro, lo abracé con toda la ternura que podía darle, agradecida de que le encontrara.

Escuché lo que me dijo, ahora era yo quien le apoyaba mi frente en su hombro. -No sé cómo, te he conocido hoy, pero ya te quiero, porque has sido capaz de aceptarme y nunca me ha pasado eso.- Le respondí mientras pasaba mi mano por su espalda también con ternura. La otra mano la coloqué sobre su pelo, acariciándolo con suavidad. -Si desaparecieras, no sé qué sería de mí, nadie me a tratado como tú y...- Le decía mientras seguía abrazándolo.

Lo abracé un poco más fuerte.

Me quería, ¡Ella también me quería! Era todo tan perfecto que llegué a pensar que aquello era un sueño, aunque sería la primera vez que tenía un sueño y no una pesadilla, por no hablar del tiempo que llevaba sin dormir una sola noche....Decididamente no podía ser un sueño, no mío, al menos.

Levanté la cabeza de su hombro y atraje su rostro hacia el mio, esbozando la sonrisa más alegre, grande y sincera que había tenido en...probablemente, toda mi vida.

La besé por toda la cara, la frente, la nariz, los párpados, mientras sostenía delicadamente su rostro entre mis manos. Por último besé sus labios con dulzura y luego la abracé contra mi pecho, sin poder contener la emoción que sentía.

-Puedes estar segura de que no desapareceré. Estaré siempre a tu lado. No sabes lo feliz que soy, Hotaru...-Hablé con dulzura, deseando que nunca tuviésemos que separarnos.

Sentí un gran cariño por su parte, parecía todo irreal. Reí de forma cariñosa cuando me besaba la cara y una alegría me inundaba de felicidad y emoción.

Acaricié sus mejillas cuando besó mis labios de la misma forma en la que él me besaba. Cuando me abrazó, le abracé fuerte, lo que más deseaba en estos momentos era su amor, nadie me había querido así, hasta hoy, era como si él me hubiera salvado de un terrible futuro.

Escuché sus palabras y me volvieron a caer lágrimas, pero esta vez eran de felicidad de encontrarle. -Creía que nadie me iba a aceptar, me veía un futuro tan solo como mi pasado, si no fuera ahora por tí... y me aceptas tal y como soy... -

No sabía cómo expresar la gran felicidad que tenía ahora. Él empezó en este mismo momento a curar mis heridas que no paraban de abrirse en toda la vida.

Solté una pequeña risilla al oír sus palabras, no por lo que decía, si no por la forma tan confusa que empleaba para expresarse. La miré y estaba llorando, me entristecí un poco, pero no podía dejar de sonreír al verla, era tan bonita...

-¿Por qué lloras?-Le pregunté, besando las lágrimas que caían por su rostro.-No es que te acepte tal y como eres...-Cogí su barbilla para asegurarme de que veía mi ojo.-Es que tal y como eres...me encantas.

Besé sus labios de nuevo, quedándome luego a pocos centímetros de ellos-sin poder evitar sonreír-para poder respirar su aliento.

-Este llanto, me parece que es de emoción- Le aclaré para que no se preocupara mientras él besaba mis lágrimas.

Me emocioné aún más todavía cuando lo hacía, no quería separarme de él, ni siquiera un segundo. Le miré al ojo cuando comenzó a elevarme la cabeza con su mano en mi barbilla y le escuché. Mi corazón no paraba de dar vuelcos con cada palabra que pronunciaba, diréctamente, me ha salvado de mi soledad, no solo lo amaba, lo deseaba solo para mí y me sentía tan vulnerable de forma sentimental que no sabía qué hacer para que mis ojos dejaran de derramar lágrimas.

Cuando me besó, yo correspondí con todo el amor que le podía dar, que para mí, era infinito. Una man la coloqué detrás de su cabeza para entrelazar mis dedos con su cabello y con mi otro brazo lo abrazaba por debajo del suyo.

Cuando separó de nuevo sus labios, le acaricié la mejilla con ternura y dulzura. Cada caricia estaba llenar de amor, procedían de lo más profundo de mi ser, dedicadas solo para él, estaba dispuesta a todo para complacerle solo porque él me quería

En ese momento se me ocurrió algo. Me levanté sin mediar palabra y me senté tras ella, atrapándola entre mis brazos. Besé su hombro.

-Si pudiera te tendría siempre así, para que nadie más pudiera tocarte...Ni verte siquiera. Quiero que seas mía y sólo mía.-Giré su cara hacia mi para besarla, pero en lugar de eso, preferí darle un pequeño lametón en los labios y sonreír pícaramente. Luego volví a colocar mis labios en su hombro, disfrutando de su aroma mientras la abrazaba con una sonrisa.

Por un momento creí que hice algo que le había molestado cuando se levantó, pero me alivié cuando me abrazó por detrás. Cuando besó mi hombro, puse mis manos en las suyas y apoyé un poquito mi cabeza en la suya para mostrar más cariño.

-Y lo seré, serás el único que me vea realmente y el único que me tendrá para siempre, y el único en quien seré servicial.- Le respondí antes de que girara mi cabeza. Cuando lo hizo, obedecí en seguida recibiendo un lametón en los labios y cerré los ojos cuando lo hizo.

Cuando volvió a besar mi hombro, yo le besaba el cabello mientras acariciaba sus manos con suavidad.

Me reí ante esa palabra, "servicial". Yo también sería servicial con ella si era lo que quería.

Me tumbé entre la hojarasca, arrastrándola junto a mi de forma que acabó de espaldas sobre mi, luego me giré hacia la derecha y me quedé abrazándola. Me sentía cansado, era casi como si fuese a ser capaz de dormir.

-Haré cualquier cosa que me pidas, Hotaru.-Escondí la cara entre su pelo con el ojo cerrado, ese aroma resultaba tan relajante que al poco tiempo me quedé dormido, abrazado a ella.

Lo que me dijo, era también lo que yo sentía. También lo abracé cuando estuvimos tumbados en el suelo.

Era todo muy confortable, su abrazo me daba un calor especial y cuando escondió su rostro en mi pelo, yo lo hice en su pecho y apegada a él. Respiraba el aire del lugar notando su olor. Él en sí, era todo un consuelo para mí.

Este momento, me parecía un cuento de hadas, como si él fuera el príncipe y yo la princesa en el final feliz cuando se encuentran después de pasarlo mal en su historia. Yo le salvaba a él, a la vez que él me salvaba a mí, nos queríamos y nada ni nadie nos separaría.